No hubo historia. El Real Madrid pasó por encima del Barça en el Santiago Bernabéu, en la vuelta de la Supercopa de España. Un resultado que confirma la profunda crisis azulgrana, al tiempo que agudiza el buen momento del equipo de Zinedine Zidane, un hombre que acumula siete títulos en menos de dos años en el banquillo del Bernabéu. No hay conjunto ahora mismo capaz de tumbar a los blancos, capaces de ser superiores en todas las facetas del juego.
De principio a fin, el Madrid hizo lo que quiso, incluso cuando jugó mal, que fue durante casi toda la primera mitad. Salió de forma fulgurante, matando el choque con un golazo de Asensio, otro más. Los que mete este chico ya parecen de serie. Un zapatazo desde treinta metros con ‘Folha seca’ ante el que Ter Stegen hizo la estatua. Estallaba el Bernabéu pensando en una goleada histórica, algo que finalmente no sucedería.
Pero tampoco se recobró nunca el Barcelona del mazazo. Realmente, los culés entraron al choque ya derrotados. El golazo de Asensio fue la confirmación de que ahora mismo ni están, ni se les espera. A ráfagas, incomodó ligeramente la portería de Navas mientras los blancos mordían de verdad en cada acción.