El ridículo histórico se mascó en el Barça durante toda la tarde. Y pese a que pudo haber sido peor con alguna compra indeseada para el barcelonismo, la realidad es que no se evitó que las redes sociales metieran caña a los azulgranas por su desastroso mercado de fichajes. Ya lo avisó Josep María Minguella el día antes, «quien filtra sus fichajes, luego tiene que pagar más de la cuenta por ellos».
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