El Atlético de Madrid tiene un as en la manga para evitar la fuga de Antoine Griezmann de camino al Barça. Por lo menos, hasta el verano que viene. Dada la imposibilidad de fichar de los rojiblancos en el pasado periodo de mercado, debido a la sanción de la FIFA por irregularidades en la contratación de futbolistas menores de edad, la entidad colchonera
decidió curarse en salud y aumentar la penalización por la ruptura unilateral del contrato del atacante hasta los 200 millones de euros. Una cantidad que, para los barcelonistas, seguirá vigente hasta junio de 2018.
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