Los parones ‘FIFA’ siempre elevan de miedo en los clubes al máximo pero, en el caso del Real Madrid, se puede hablar prácticamente de ‘pavor’ a que haya nuevos lesionados.
En los últimos tiempos, las lesiones están castigando duramente al conjunto madridista y, en los próximos días, muchos jugadores merengues disputarán partidos internacionales. Zidane estará atento a todos pero, sobre todo, mirará con lupa lo que haga Luka Modric.
El croata se juega el pase al mundial en una dura repesca contra Grecia a doble partido.
El encuentro de ida se jugará este jueves en Zagreb y la eliminatoria se resolverá el domingo en Atenas.
Como explica Miguel Ángel Díaz en Defensa Central, Modric estará sometido a una gran presión. Él se siente el faro de su país, el futbolista que deberá dirigir a los suyos hacia una nueva cita mundialista. El Madrid teme que toda esa presión le termine repercutiendo a nivel muscular.
El amargo recuerdo de noviembre de 2014
En el Real Madrid todavía recuerdan aquel «arrancamiento del tendón proximal del recto femoral izquierdo» que liquidó a Modric durante casi 4 meses. Fue durante un Italia-Croacia disputado en San Siro.
Ancelotti sostiene que esa lesión impidió al Madrid ganar la Liga y la Champions aquella temporada. Zidane tiembla y no quiere perder al mejor centrocampista del mundo.
Por ello, Zizou ha cuidado con especial mimo a Modric en las últimas semanas. No jugó en Getafe, no disputó la Copa ante el Fuenlabrada, descansó por completo ante Las Palmas.
Todo iba enfocado a esta eliminatoria de Croacia para el Mundial. El ex del Tottenham lo dará todo y llegará descansado. Pese a todo, el miedo a una lesión existe. El Madrid se encomendará a todos los Santos….
Luka Modrić (DB-PD)