Diversión. Así comenzaba todo en la vida de los pequeños que hoy son figuras en la élite del fútbol mundial. Todo comenzó como diversión, se transformó en un sueño y, con mucho trabajo, se convirtió en una realidad, según recoge Somosinvictos.Eden Hazard. Apenas tenía 15 años y ya era uno de los máximos referentes en las categorías inferiores de la Selección de Bélgica. El regate y su visión de juego fueron, desde siempre, sus mejores virtudes.
Isco. Gordito, bajito e inocente. Cumplía 10 años y ya se veía que era un niño diferente al resto. Talento puro.
James. El niño zurdito que maravilló a todo Colombia cuando guió a la Academia Tolimense al titulo PonyFútbol. Fue nombrado mejor jugador del torneo y ganó el trofeo como máximo goleador del certamen.
Messi. Con apenas 12 años, Messi fue a probarse al FC Barcelona tras recibir una invitación. Carlos Rexach, quien lo recibió en el club, dijo: «Vino por una prueba de 15 días, pero le sobraron 14».
Jordi Alba. Muchos se sorprenden por su facilidad para atacar y su claridad en zona de definición. La explicación a esto es que en La Masía jugaba como delantero o mediapunta.
Andrés Iniesta. Un vídeo que demuestra que siempre ha sido un futbolista que aparece en los momentos más importantes. Un mago.
Cesc Fabregas. Comenzó en La Masia, pero terminó de formarse en Inglaterra bajo la dirección técnica de Arsène Wenger. Así hablaba cuando defendía la camiseta del FC Barcelona con 14 añitos.
Thiago y Rafinha. Este vídeo es una joya. Los que tienen la suerte de compartir la misma pasión con algún hermano seguramente protagonizaron un momento similar.
Cristiano. «Jugador con un talento fuera de serie y técnicamente muy desarrollado. Hay que destacar su capacidad de regate en movimiento o parado», decía la ficha de la primera prueba de Cristiano Ronaldo con Sporting Lisboa.
Balotelli. Llegó al Internazionale en agosto de 2006 y su facilidad para marcar era su mayor virtud. Se hizo de un lugar en el equipo U19 cuando apenas tenía 16 años.
Neymar. Jugar en espacios tan reducidos le ayudó a tomar decisiones rápidas dentro del campo. Desde que aprendió a caminar, el fútbol se convirtió en su estilo de vida. Escuela, comer y fútbol, así se iban los días del actual futbolista del FC Barcelona.
Kaká. En cuanto pateó un balón, su mayor sueño fue convertirse en un gran futbolista: «Siempre quise ser futbolista. Jugaba fútbol sala, en el campo, en todas partes. Siempre quise serlo. No tenía duda».
Ronaldinho. Las palabras sobran con Ronaldinho. Mágico.
Neuer. Llevaba un oso de peluche cada que jugaba cuando de portero era niño y comenzaba a llorar si recibía un gol. Los primeros pasos del mejor portero del mundo en los equipos infantiles del Schalke 04.
Paul Pogba. «Paul era un perfeccionista, no tenía miedo a nada pese a que siempre jugó con chicos más grandes que él», cuenta uno de los primeros entrenadores del actual mediocampista de la Juventus. Vaya máquina la que dejó ir el Manchester United..
