El Gobierno de Xi Jinping, una vez que se dio cuenta de que el flujo de millones procedente de la Superliga estaba creando una burbuja sin precedentes, tomó medidas para cortar el grifo de los clubes nacionales. Bajo la premisa de crecer el fútbol patrio, el Ejecutivo chino estableció una serie de medidas para acabar con los grandes dispendios y fomentar la producción de canteranos para dar un vuelco al deporte en el país…y ya se han reflejado en el último mercado de fichajes.
El principal problema para los equipos ha sido el impuesto que el Gobierno y la CFA (Federación de Fútbol China) para los fichajes que cuestan más de 5,8 millones de euros, según informa El Mundo. Una vez se traspasa ese umbral, las escuadras han de pagar el 100% de ese valor al Estado, que lo destinará a invertir en el fútbol base. La intención de China es tener en 2050 una superpotencia futbolística, pero sin elementos extranjeros. Y, de paso, poner coto al blanqueo de capitales, al endeudamiento extremo y a la fuga de capitales a Europa que suponían los fichajes multimillonarios, según recoge Ecodiario.
El impacto de este impuesto ha sido inmediato. La inversión de los clubes en el mercado, de 167 millones de euros, significa solo un 30% de lo que se gastó en 2017 (543 millones) y un 40% comparado con lo que se desembolsó en 2016 (418 millones), según informa EFE.
En este mercado de fichajes, esta limitación ha generado mucha prudencia en los clubes, que han intentado regatear la medida como han podido. Mediante cesiones, pagos de cláusulas de rescisión…o, incluso, simple y llanamente, sin pagar el impuesto. Podría ser el caso del Dalian Yifang y sus compras de Yannick Carrasco y Nico Gaitán, ahora bajo sospecha. Otros clubes están en la misma situación y la CFA amenaza con sanciones de hasta 15 puntos para los equipos que incumplan estos requisitos.
Otras medidas han acompañado al impuesto anteriormente mencionado. Solo cuatro extranjeros por equipo y tres en la alineación, así se restringe la llegada de fichajes y se empuja a los clubes a apostar por capital humano chino. En los partidos, al menos un nacional sub-23 debe estar en el equipo titular, y durante todo el partido, deben jugar tantos como extranjeros se hayan alineado. Son las nuevas normas de un curso que comienza con muchos cambios en el país asiático.
VÍDEO DESTACADO: ¡Que vienen los chinos!
