Cristiano Ronaldo, MPV, abrió el marcador con un poderoso testarazo que encarriló la eliminatoria para el conjunto blanco
El PSG se había dedicado a utilizar sus armas más comerciales y peligrosas para tratar de amedrentar al Real Madrid. Que si vídeos de unión, ultras con bengalas y petardos y quejas para presionar al árbitro.
Los franceses se habían agarrado al ‘todo vale’ para tratar de amedrentar al equipo de Zidane sin que la pelota se hubiera puesto en juego.
Todo ese juego de artificio, nunca mejor dicho, ni marca goles ni gana partidos. El Real Madrid es un equipo experto, curtido en mil batallas, y difícilmente asustadizo por más artimañas que se usen en su contra.
De hecho, desde el inicio del partido se vio a un equipo bien puesto en el campo, con las ideas claras. Emery fue bastante más valiente atacando al arbitraje que con su planteamiento inicial.
No fue arriba a por el Madrid, todo lo contrario, empezó timorato, viéndolas venir. Parecía que eran los blancos los que tenían que remontar y no viceversa, según recoge David Jorquera en Defensacentral.
No fue una primera parte con una gran dosis de ocasiones de goles, pero sí que es cierto que más de la mitad de las mejores las firmaron los merengues. La primera, de Sergio Ramos.
El capitán remataba de primeras, con la pierna izquierda, un centro lateral que terminó desviando con una buena parada el cancerbero del PSG. Fue el primer aviso del partido y lo daba el equipo que mandaba 3-1 en la eliminaría. Buena señal.
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