Las lágrimas de Iniesta en su anunciado adiós de esta semana son las de toda España, no solo los aficionado culés, porque todo el mundo le debemos a este manchego excpecionalmente bueno, en todos los sentido, muchas tardes de gloria. Su gol no es nada comparado con el ejemplo de humanidad que siempre ha llevado consigo.
Pero ahora se marcha al fútbol chino y aunque a sus 33 años aún defenderá la Roja, el propio jugador del Barça se lleva su forma de entender el fútbol desde la honestidad. Anna Ortiz, la mujer con la que comparte su vida desde hace una década y madre de sus tres hijos no es tampoco una wag. Es la madre de Valeria, de dos años, y Paolo Andrea, de año y medio, según recoge informalia.
Andrés nunca ha sido ostentoso, ni ha presumido de su impresionante fortuna. Su humildad y honestidad han sido su mejor ejemplo. Eso sí, cuando en el campo ha tenido que demostrar que le ponía lo que hubiera que ponerle, no le han faltado bemoles. Desde el principio de historia como futbolista. Nadie puede decir que Iniesta no tenga un buen par de… Este tuit lo demuestra.
Hemos disfrutado mucho contigo @andresiniesta8
Gracias por ser el ejemplo de jugador y de persona que ponemos siempre a nuestros pequeños#TúMagnificasElDeporte#GraciasIniesta pic.twitter.com/LMnDORyv2A— cdnumancia (@cdnumancia) 27 de abril de 2018