Si había una línea roja que el Real Madrid tenía que tener marcada en este partido era no encajar un gol pronto, sin embargo, ni siquiera el aviso de lo que pasó ante la Juventus impidió que a los blancos les volvieran a hacer el mismo ‘truco’.
El Bayern tardó tres minutos en marcar el 0-1 en el Bernabéu, algo que nadie quería pero que atormentó al madridismo que todavía estaba tomando asiento. Fue Kimmich, el lateral derecho, el que aprovechó un doble error defensivo de los blancos. Marcelo permitió que los alemanes centraran desde la banda con una desgana defensiva importante y, luego, el intento de despeje de Ramos fue caótico, un cantazo. El mal rechace del capitán le cayó al jugador alemán y sólo tuvo que empujarla a la red de Keylor, según recoge David Jorquera en defensacentral.
La puesta en escena del Madrid no fue la esperada. No sólo por el gol sino porque no tenía la pelota y se movía en base a lo que hiciera su rival. Eso sí, lo bueno que tiene este equipo es que aun sin jugar bien es capaz de marcar. Y eso fue lo que sucedió a los 11 minutos. Marcelo volvía a mostrar su otra cara, la buena, y le puso un centro espectacular al segundo palo para que Benzema, de cabeza, empujara el 1-1. Un grito de alivio recorrió el Bernabéu de norte a sur. El Madrid había reaccionado pronto, sin que los nervios empezaran a ser el mejor fichaje del Bayern.