Julen Lopetegui está más que satisfecho con la actual plantilla del Real Madrid.
El nuevo entrenador del conjunto blanco se ha encontrado con el único gran contratiempo de la marcha Cristiano Ronaldo, jugador con el que contaba para su proyecto, pero a pesar de ello cree que tiene jugadores de sobra para hacer una grandísima temporada.
Explica ‘Defensa Central’ este 27 de julio de 2018 que, a la hora de analizar el plantel y ver qué fichajes se podrían realizar para mejorarlo, el técnico ofreció una serie de nombres que conoce a la perfección porque los estuvo siguiendo de forma pormenorizada para la confección de la lista de la selección española que él mismo dirigía hasta que a Rubiales le salió de las narices despedirle en un ataque de celos.
Esos tres nombres que apuntó fueron Odriozola, Thiago y Rodrigo. Los tres fueron seleccionados por Lopetegui para el Mundial porque contaban con su máxima confianza.
El primer de ellos ya está fichado, el segundo podría depender de lo que pase finalmente con Kovacic y en estos momentos el club analiza las posibilidades del tercero.
Centrándonos en el caso de Rodrigo, Lopetegui valora en él varias cualidades que cree necesarias para el Real Madrid. La primera y más obvia es el gol. La pasada campaña firmó 19 tantos entre Liga y Copa en un total de 42 partidos, es decir, cercano a una media de un gol cada dos partidos.
Otra cualidad que Lopetegui valora en Rodrigo es su pasado en el Real Madrid. Sí, el delantero estuvo en la cantera madridista, militó en el Castilla en la campaña 2009-10. Jugó 18 partidos en el filial blanco y sólo anotó cinco goles.
Por eso, porque es posible que Rodrigo tenga esa espinita todavía guardada, Lopetegui cree que puede transformarla en la motivación necesaria para comerse el césped y dar lo mejor de sí mismo.
El técnico del Real Madrid también ha valorado su conocimiento de la Liga española para votar ‘sí’ a la candidatura de Rodrigo.
Después de cuatro campañas en el Valencia en las que no ha conseguido ganar ningún título su desembarco en el Bernabéu, con lo que ello supone como escaparate para ganar trofeos, sería un aliciente para un jugador que no llegaría con el cartel de titular pero sí con todas las ganas del mundo de apretar a los titulares y ponérselo difícil a su propio técnico.
El problema, el de siempre, sentarse a negociar con un equipo como el Valencia, uno de los más antimadridistas del panorama nacional.
