El сhófer del autobús que fue apedreado mientras llevaba este sábado a los jugadores del club argentino Boca Junior hacia el Estadio Monumental, donde estaba previsto que se disputara la final de la Copa Libertadores de América, compartió su experiencia de lo que sucedió en el interior del vehículo minutos después de los hechos, según rt.
En un diálogo con la cadena ESPN Argentina, el conductor, conocido como ‘El Gringo’, reveló que sufrió una descompensación en el momento de los ataques que obligó al vicepresidente del club, Horacio Paolini, a tomar el control del volante por unos segundos.
«Yo reaccioné de vuelta y traté de hacer lo posible para traer a los muchachos a salvo acá [al estadio]», aseguró el chófer, admitiendo que si Paolini no hubiera actuado con rapidez, habría sido una «tragedia».
Según cuenta, perdió el conocimiento y se «quedó sin aire» por segundos, antes de sentir la lluvia de piedras caer sobre la carrocería. «Lo peor sucedió en las calles Quinteros y Libertador: ahí fue el ataque masivo. Después, cuando pasamos la rotonda, parecía que nos esperaba un ejército», describió.