Las críticas al jugador se multiplican desde todos los flancos. Isco Alarcón ha pasado de ser titularísimo en Kiev con Zidane a ser una pieza más de la plantilla para Solari. ¿Qué ha cambiado en Isco para pasar al banquillo? Más allá de sus problemas con el míster, a nivel extradeportivo, analizamos al Isco de 2018 desde la estadística, según recoge Manuel Calero en defensacentral:
Isco Alarcón ha vivido un año de altibajos. Desde ser titular para Zidane, ganándole la partida a Bale en Kiev, hasta pasar a ser el ‘niño’ de Lopetegui y terminar en el ostracismo final en el Mundial de Clubes. El 2018 de Isco ha tenido de todo.
El crack malagueño no tiene malas estadísticas. La mala suerte se cebó con él para quitarle minutos de juego. Una operación de apendicitis le privó de jugar en el mejor momento. Volvió rápido y en los tiempos de recuperación con Lopetegui se diluyó la mejor versión de Isco. Julen fue despedido y con Solari vive en el ostracismo. (¡Cómo ha cambiado la ‘guerra’ de Lucas con Isco y Asensio!)
Fuera del Roma-Real Madrid, literalmente. Y desde ahí se torció todo. Isco no jugó contra el conjunto italiano ya que quedó desconvocado y en los siguientes partidos no ha recuperado la titularidad. Solo ante el Melilla, dónde portó el brazalete, y unos días después se encaró con la grada. 4 goles y 1 asistencia en 961 minutos jugados. El mejor fichaje invernal pasa por recuperar la mejor versión del andaluz. ¿Lo lograrán
