Isco Alarcón ha sido el gran damnificado del Real Madrid desde la llegada el pasado 31 de octubre de Santiago Solari ,pero todo indica que este domingo saldrá en el once titular del equipo blanco ante la Real Sociedad en la que sería su tercera titularidad desde que el argentino dirige al equipo.
No le queda otro remedio a Santiago Solari que hacer jugar al malagueño de inicio ante los donostiarras obligado por las ausencias por lesión de Marco Asensio y Mariano, las otras alternativas al galés. Tras el empate ante el Villarreal el margen de error de los blancos es cada vez menor por lo que no es probable que Solari experimente con Vinicius Junior.
El técnico dijo en la previa del partido que Isco le parece un jugador que tiene «tanta calidad que puede jugar en cualquier zona del campo. A veces no se tiene porque ser determinante con la velocidad y sí con la creatividad, el último pase, la imaginación y calidad técnica. Hay muchas maneras de ser determinante en el fútbol, cada uno con sus características».
En los siete partidos que el malagueño saltó al campo desde el banquillo en dos lo hizo por Luka Modric y en una por Kroos, Casemiro, Lucas Vázquez, Ceballos y Gareth Bale, lo que le convierte en un comodín para Solari para hacerlo jugar en diferentes posiciones.
No es Isco Alarcón santo de la devoción de su técnico como ha quedado más que patente en los 14 partidos que lleva dirigiendo al equipo de Florentino Pérez. El centrocampista solo ha jugado 9 partidos con Solari y fue titular en dos partidos completamente intrascendentes: ante el CSKA Moscú en el Bernabeu y contra el Melilla en la vuelta de la Copa del Rey también en el coliseo blanco. Suma 269 minutos en 9 partidos jugados desde que llegó el argentino.
En su última actuación ante su afición, el 13 de diciembre ante el CSKA Moscú (0-3), además, se encaró e insultó a los aficionados de uno de los fondos cuando le silbaron en una ocasión fallida de gol, por lo que este domingo además de convencer al técnico de que es un jugador válido para jugar más deberá congraciarse con una afición que le observará con lupa.
La otra alternativa, aunque poco probable, que tiene Santiago Solari para reemplazar a Gareth Bale es la de Vinicius, lo que le permitiría mantener el tridente con tres atacantes. La apuesta por el brasileño sería el divorció definitivo del técnico con Isco, y un signo inequívoco de que al malagueño se le abren de par en par las puertas del club para que busque un nuevo destino, incluso en el mercado de invierno.
