Le llueven las críticas al astro portugués. Cristiano Ronaldo y algunos de sus compañeros de equipo volaron a Turín en un jet privado para asistir a una fiesta en el exclusivo hotel Starhotel Majestic. Allí les esperaban hasta 60 modelos, convocadas para subir el ánimo del equipo tras su derrota ante el Atlético de Madrid en octavos de final de la Champions League, según informalia.
La información la publica The Sun y el entrenador de la Juventus, Massimiliano Allegri, lo ha confirmado: «Sólo era una cena», ha asegurado. Lo que el master italiano no contó es que los postres se alargaron hasta el desayuno y algunas de las modelos asistentes abandonaron el hotel a primera hora de la mañana. «Soy un entrenador de fútbol, no un vigilante. Lo hicieron y creo que fue bueno porque hizo que nuestro entorno fuera más animado, los muchachos son responsables y saben qué hacer», ha dicho Allegri.
Está claro que al jefe de Cristiano no le ha molestado la juerga de su equipo pero, ¿y a Georgina? Él, por si acaso, se ha encargado de rendirle un homenaje público a su chica por el Día de la Mujer publicando una fotografía en la que aparece junto a su suegra dándole de comer a los pequeños de la casa: «Feliz Día Internacional de la Mujer a todas las mujeres y un beso especial a las mujeres de mi vida», ha escrito.