No es la mejor época para pareja Iker-Sara.
A sus 35 años, la periodista manchega está viviendo los meses más complicados de su vida.
A los problemas de salud de su marido, Iker Casillas, y los suyos propios, Sara Carbonero tiene que sumar un nuevo revés: su empresa, Slow Love, no levanta cabeza.
La fundó hace ya cuatro años junto a su amiga Isabel Jiménez, presentadora de Informativos Telecinco, pero a pesar de la publicidad que tanto ellas como sus famosísimas colegas hacen a diario de la ropa y complementos de Slow Love, no consiguen hacerla rentable.
Los números rojos la acompañan desde sus inicios y el cierre del ejercicio 2018 no ha mejorado la situación. Los informes, que se presentaron hace unos días, reflejan unas pérdidas de 80.000 euros, 50.000 más que en el año anterior, según recoge informalia.
Para disgusto de Sara e Isabel, las ventas de sus productos solo han facturado 494.000 euros, 100.000 menos que en 2017, y no es una cantidad suficiente para afrontar los gastos que genera. Con estos números, su patrimonio también ha caído: refleja una cifra negativa de 90.000 euros, es decir, que la empresa debe más de lo que tiene.
Además, según El Español, Slow Love tiene un crédito a corto plazo con un banco que asciende a 104.700 euros, y deudas contraídas con proveedores y otras cuentas a pagar que suman 150.000 euros.
Es, desde luego, un jarro de agua fría para Sara Carbonero, que atraviesa un momento complicado.
El pasado mes de mayo, su marido, Iker Casillas, sufrió un infarto de miocardio que le ha alejado del campo de fútbol, al menos hasta diciembre. Pocos días después, era ella la que ocupaba la cama del hospital, concretamente del Ruber Internacional en Madrid, donde le fue detectado y extirpado un tumor de ovario.