El fútbol latinoamericano ha vuelto a quedar opacado por un despreciable acto de violencia. Los hechos ocurrieron en el ‘clásico catarinense’ de la liga brasileña entre Figueirense y Avaí, que dejó trifulcas tanto dentro como fuera del campo.
El desgraciado episodio comenzaba tras la sustitución del futbolista brasileño de Avaí, Bruno Silva, que a la postre terminó siendo el protagonista de la pelea. Cuando el jugador se dirigía al banquillo, comenzó a provocar a la afición local, acción que continuaría hasta generar el caos.
Ante las incitaciones del jugador, un apasionado aficionado del Figueirense decidió tomar la justicia por su mano e invadió el campo buscando al futbolista visitante para rendir cuentas. Por suerte, fue detenido por Glédson, portero de Avaí, que terminaría también pagando.
El guardameta consiguió placar e inmovilizar al aficionado, que se llevaría la peor parte cuando la situación se le fue de las manos a Silva, quien pateó la cabeza del invasor de campo con este ya en el suelo.
Al ver la lamentable acción del jugador, varios seguidores del conjunto local intentaron saltar al terreno de juego para defender a su compañero, pero afortunadamente la policía brasileña intervino y evitó una pelea de proporciones mayores.
Tras los incidentes el partido terminó reanudándose después de veinte minutos de parón pese a los intentos de los protagonistas para terminase el partido directamente. Finalmente, Avaí logró imponerse a los locales por 0-2 en un partido en el que lo de menos fue el resultado.
