Zinadine Zidane lo demostró un vez más. El Real Madrid cuenta con una gran profundidad en el banquillo para afrontar esta versión exprés de LaLiga por el COVID-19.
El once inicial del Real Madrid en su encuentro contra el Eibar ya dijo mucho, con Rodrygo en el campo y Bale, que supuestamente llegaba como un cohete, en el banquillo.
No obstante, desde el club han manifestado un gran enfado por los horarios dispuestos por La Liga, y es que los merengues tendrán que afrontar las siguientes cuatro fechas con partidos a las 22:00 horas, incluyendo las visitas a la Real Sociedad y al Español.
Una situación, que complica los descansos de los jugadores que tras concluir los respectivos partidos, tendrán que someterse a controles de dopaje, traslados aéreos y posteriormente ir de la Ciudad Deportiva a sus hogares, lo que ocurrirá en plena madrugada.
Una situación que complica las horas de sueño de los blancos y esto además, con jornadas cada cuatro días –entre la jornada 30 y 31 apenas descansarán tres días tras visitar a la Real y con la misión de recibir al Mallorca– durante estas 10 fechas en las que se disputan el título con el FC Barcelona.
En este sentido, según ha destacado Marca, el club y los jugadores creen que estos horarios «pueden suponer una adulteración de la competición», lo que razonan al señalar la vital importancia de la recuperación de los deportistas en la actual Liga exprés, que debería tomar en cuenta, sobre todo en los partidos de visitante, un horario que tenga en cuenta la salud de los jugadores.
A partir de la jornada 33 ya todos los equipos comenzarán a disputar encuentros en el mismo horario, sin embargo, el Barça jugará a las 17:00 contra el Celta en la jornada 32, mientras que los de Zidane se enfrentarán a las 22:00 contra el Español un día después.
Todo esto cuando aún resten seis jornadas por delante en las que cada encuentro será una final en la lucha por el campeonato de LaLiga.