El deportista sigue avanzando en su recuperación con todo el apoyo de su Selección y de los fanáticos del fútbol

Christian Eriksen tendrá que llevar implantado un pequeño desfibrilador en el pecho

El futbolista danés aceptó llevar el pequeño dispositivo que puede tratar a personas con ritmos cardíacos peligrosamente anormales

Christian Eriksen tendrá que llevar implantado un pequeño desfibrilador en el pecho
Christian Eriksen PD

Christian Eriksen sigue recuperándose tras protagonizar uno de los momentos más tensos de la Eurocopa 2020.

El futbolista danés llevará un desfibrilador implantado en su pecho para evitar que pueda sufrir otra parada cardíaca como la que vivió durante el partido entre su selección y Finlandia de la Eurocopa, según confirmó la Federación Danesa de Fútbol (DFU).

Este aparato es un pequeño dispositivo que puede tratar a personas con ritmos cardíacos peligrosamente anormales y que envía pulsos eléctricos para regular los ritmos cardíacos anormales, especialmente aquellos que podrían ser peligrosos y causar un paro cardíaco.

«Después de que Christian se haya sometido a diferentes exámenes cardíacos, se ha decidido que debería tener un ICD, un desfibrilador cardioversor implantable. Este aparato es necesario tras un ataque al corazón debido a las alteraciones del ritmo cardíaco», señaló la Federación Danesa en un comunicado.

El organismo confirmó que el futbolista del Inter de Milán «ha aceptado la decisión» y que esta medida «ha sido confirmada además por especialistas nacionales e internacionales, los cuales han recomendado el mismo tratamiento».

La DFU, que pidió «paz y privacidad» el centrocampista y su familia, también recalcó que su médico, Morten Boesen, había estado «en contacto» tanto con Eriksen como el especialista en Cardiología del Rigshospitalet donde está ingresado de cara a tomar esta decisión.

Por otro lado, uno de los médicos que le atendió en el césped del Parken Stadium de Copenhague el pasado sábado, Jens Kleinefeld, relató que sólo fue necesaria una descarga para reanimar al jugador de 29 años.

«Abrió sus ojos 30 segundos después y pude hablar con él. Fue un momento muy conmovedor porque la tasa de éxito en este tipo de emergencias médicas es mucho menor en el día a día», indicó a la edición del jueves de los periódicos de la editorial Funke.

Además, se mostró seguro entonces al 99 por ciento de que Eriksen llegaría estable al hospital. «Normalmente es un ‘cortocircuito’ lo que desencadena la fibrilación ventricular en un deportista profesional médicamente controlado.

La descarga eléctrica da luego el impulso decisivo para que el corazón vuelve a latir y la probabilidad de que el corazón se detenga de nuevo es mínima con alguien así, a diferencia de los pacientes normales, por ejemplo, con patologías existentes», subrayó.

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