El Real Madrid anunció hace tres semanas que Gareth Bale no seguiría en Chamartín tras finalizar su contrato el 30 de junio. El extremo no celebró el título de Liga en Cibeles ni en el Santiago Bernabéu. Sin embargo, festejó la decimocuarta Champions League y su quinta Copa de Europa particular en su historial.
El futbolista galés tiene un objetivo entre ceja y ceja: jugar al máximo nivel posible el Mundial de Qatar. Será la primera vez que exmadridista dispute esta competición después de cuajar un gran papel en la repesca para clasificar a su país a la cita mundialista en la repesca. Gales participará en la Copa del Mundo por segunda vez en su historia después de disputarla en 1958, donde alcanzó los cuartos de final.
Para ello, el jugador debe de estar en plenas condiciones y necesita jugar en un equipo de fútbol para tener ritmo de competición. Por eso eligió marcharse un año a los Estados Unidos, defendiendo la camiseta de los Ángeles FC, donde compartirá vestuario con históricos como el delantero Carlos Vela, exfutbolista de la Real Sociedad, y el defensa Chiellini, exjugador de la Juventus.
El atacante es una de las tres salidas confirmadas por el conjunto merengue después de que Isco se despidiera y Marcelo confirmara su adiós, ambos en la celebración de la máxima competición continental en el Estadio Santiago Bernabéu. La polémica salida de un fichaje más caro que el de Cristiano Ronaldo por el club blanco recuerda a que fue clave en la consecución de la Décima ante el Atlético de Madrid con su gol de cabeza en la prórroga en Lisboa, el tercer penalti anotado en la Undécima contra el conjunto colchonero en Milán y en la Decimotercera ante el Liverpool con un doblete en Kiev con uno de los tantos de chilena. Además, siempre será recordado por la carrera que le ganó a Marc Bartra y que le hizo levantar una Copa del Rey contra el Barcelona en Mestalla.