Qatar, goles y calaveras

Qatar, goles y calaveras

Dos a cero. La selección peruana iba perdiendo por ese puntaje el 8 de agosto de 1936 en los Juegos Olímpicos de Berlín frente al equipo de Austria. Sin embargo, en los minutos finales empataron 2 a 2, y ello forzó a un tiempo extra.
En el palco de honor, Adolf Hitler no pudo soportar lo que presenció después. 4 a 2, ganó el Perú.

El Führer no pudo contener su furia y se retiró. Un equipo formado por negros y mestizos había derrotado a lo que él consideraba lo más puro de la especie humana, los blancos germánicos de Austria.

Esa misma noche, la FIFA y el Comité Olímpico anularon el partido.

Lo recuerdo porque, en la historia, es el único evento comparable al campeonato mundial de fútbol que en estos días se juega en Qatar.

Miles de trabajadores migrantes han perdido la vida en las diferentes construcciones de ese país desde que en 2010 la FIFA le designara como sede del Mundial de fútbol de 2022.

Procedían de India, Bangladesh, Nepal, Sri Lanka, Pakistán, y sus muertes no fueron casuales. En pleno siglo XXI y aprovechando su miseria los sacaron sus países y los llevaron a trabajar en condiciones de esclavitud y sin la posibilidad de retirarse porque les confiscaban sus pasaportes.

Según “The Guardian”, los muertos fueron 6 mil quinientos.. Qatar se ha limitado a dar datos poco creíbles como atribuir las causas a “razones naturales” e “insuficiencia cardíaca”.

De este país, uno de los 6 más ricos del mundo, dicen que es un espejismo por sus rascacielos en medio del desierto. En verdad, lo es por las leyes y los seres infernales que lo gobiernan. Los homosexuales pueden soportar allí largas prisiones por serlo o incluso muertes misteriosas. No hay libertad de expresión. Las mujeres son tratadas como infantes que requieren permisos hasta para salir de casa. Hay buenas razones para que haya obstaculizado la presencia de Amnistía Internacional.

Qatar trata ahora de blanquear su imagen. También, los nazis ponían música en los campos de concentración para acallar los gritos de quienes estaban siendo masacrados.

Resulta increíble que, pese a la protesta de todo el mundo, Estados Unidos imponga un bloqueo durante 60 años a Cuba a quien se castiga por el solo hecho de decidir su propio destino. Y, sin embargo, se permite y se auspicia la fiesta del mundo entre las calaveras de Qatar.

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