El tercer semifinalista de la Copa del Rey fue el Athletic Club de Bilbao. Tras la clasificación del Barça y del Osasuna, los de Lezama, en un duelo vibrante ante el Valencia, se llevó el gato al agua con tres zarpazos que dejaron en la lona a un rival que esta sumido en un mal momento deportivo y económico.
En la retaguardia, el Valencia tiene un problema bastante serio porque sus jugadores no están dando la talla. Las facilidades atrás son más que evidentes y eso convierte al equipo en un flan para los rivales.
Y el Athletic, consciente de las debilidades de su oponente, tenía claro por dónde debía entrar para hacer daño. Y vaya que si lo hizo, con un 100% de efectividad en tiros entre los tres palos y en acciones mal defendidas.
Ya desde el inicio, los ‘leones’ olieron la sangre de la que iba a ser su presa sobre la pradera de Mestalla. Tras un intercambio de golpes en los primeros minutos, Iñaki, en el 19′, se quedó a centímetros del gol con un taconazo a centro de De Marcos.
Muniain y los hermanos Williams estaban corriendo a sus anchas, y el gol iba a llegar tarde o temprano. Pasada la media hora, Ander Herrera colgó el balón al área, Iñaki dejó de cabeza para Muniain y el ’10’, de volea con la derecha, limpió las telarañas de la portería.
A partir de ese momento, el Athletic se hizo dueño y señor del partido pero eso no le garantizó nada. Justo a dos minutos del descanso, Diakhaby, tras tirarse un autopase ante Yeray, puso la pelota al corazón del área y De Marcos, viendo que estaba Lino cerca, metió la pierna y el esférico fue para dentro.
Mestalla estalló con el tanto en propia del jugador rojiblanco, pero la alegría le duró apenas un minuto. Y es que, los ‘leones’, justo cuando más duele, establecieron el 1-2 en el marcador. Cömert taponó un tiro de Berenguer, Iñaki le puso el cuero franco a su hermano y Nico fusiló a Mamardashvili.
Tras la reanudación, el Athletic siguió con el mismo guion del primer tiempo y tenía claro que había que cerrar cuanto antes el partido. Muniain y los Williams seguían corriendo por todo Mestalla y no había forma de que nadie los parase.
El Valencia no ternía argumentos y en el 73′ obtuvo su castigo con merecimiento. El árbitro tuvo que acudir al VAR para revisar un posible penalti sobre Nico. Cenk Özkacar, que entró al inicio del segundo tiempo, fue a taponar el disparo y le dio un toque en el pie derecho.
Vesga tomó la responsabilidad desde los once metros y superó al guardameta con un lanzamiento hacia la derecha. Con el 1-3, los de Gattuso ya sabían que la cosa se había complicado y tiraron la toalla. Normal que al final resonaran los pitos de la hinchada valencianista.
El cuadro ‘che’ dio una imagen bastante mala y le toca reaccionar si no quiere complicarse la vida en el campeonato. Por su parte, el Athletic ya está en semifinales y a la espera de conocer rival.
