Nueva grieta en el Spotify Camp Nou.
Todo lo que envuelve al Caso Negreira y lo que va saliendo la luz esclarece muchas cosas. Entre otras, que es un conflicto de intereses descomunal y que es el mayor escándalo del fútbol español. Tras salir a la luz que el FC Barcelona pagó 7,3 millones de euros a Enríquez Negreira durante 17 años, el asunto ha ido a más.
Las últimas informaciones que han salido al respecto han sido a través de Libertad Digital. El medio asegura que Javier Enríquez, hijo del exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), estaba a sueldo de su padre.
La información indica que Negreira Jr. estaba encargado de «valorar el nivel de los árbitros para su futura promoción o descenso». ¿Cómo? Pues a través de sus respectivas empresas. Negreira Jr, cuya empresa era Soccercam cobraba a través de la de Negreira padre, Dasnil 95, de la que, por cierto, fue la que facturó los pagos de 7,3 millones de euros por parte del Barça durante 17 años.
Cobraba bajo el concepto de «varios»
Según recoge el sumario del caso, en el documento «Soccercam abril 2021 descripción de compras y servicio» se recogían gastos en «material tecnológico», «varios», «vehículos», «reformas y mantenimientos despacho», «recursos despacho» y «hoteles».
Bajo el concepto «varios» elaboraba los informes: «Realización de análisis arbitrales de partidos de 2ª división B, 2ª División y 1ª División para identificar jugadas polémicas según instrucciones técnicas y valorar el nivel de los árbitros para su futura promoción o descenso».
La influencia de Negreira en los árbitros
Es importante recalcar que, aunque digan desde la Ciudad Condal que no, Negreira tenía una influencia en los ascensos y descensos de los árbitros. Por ejemplo, el exárbitro Sergi Albert Giménez, que coincidió con Negreira, ya denunció en varios medios la influencia del ex número dos de los árbitros. Días después a eso aparecía una bala en la plaza de su garaje como señal de amenaza por parte del «entorno de Negreira», asegura él mismo,
Otro exárbitro y más reconocido que el anterior es Rafa Guerrero. El ahora tertuliano de El Chiringuito ya clamó contra este turbio caso, recalcando que Negreira era la mano derecha de Sánchez Arminio, el por entonces presidente del CTA y que juega un papel fundamental en esta trama, y, sobre todo, que Negreira tenía un poder brutal con el índice corrector, que es el término que se le atribuye a los actos y puntajes a los árbitros profesionales para, a final de temporada, analizar sus resultados y clasificarlos en una tabla, donde ascienden los mejores y descienden los peores.
Cabe recordar que a Negreira se le acusa de «realizar actuaciones tendentes a favorecer al FCB en la toma de decisiones de los árbitros en los partidos que disputase el Club, y así en los resultados de las competiciones».
Por ello se le está investigando y hasta la UEFA, que puede hacerlo, le abrió un expediente y podría tomar medidas en el asunto antes de junio. Ceferin, el presidente del organismo, dijo que no recordaba un «escándalo» de esta talla en el fútbol europeo. La UEFA tiene el poder, si así lo considera, de sancionar al Barça dejándoles sin jugar competiciones europeas.