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Un día más en la oficina para Julián Simón. Esta mañana de domingo acudió a su trabajo –dar vueltas a toda mecha a los circuitos– sin necesidad de esforzarse: ya era campeón del mundo de 125 cc desde hace dos carreras.
Empezó el año con victoria y lo termina machacando. Vencedor en el GP de Valencia por delante de Schmidt, suma así su séptima victoria de la temporada.
El sábado ya había conseguido la pole.