Pedrosa completó el podio pero ya no tiene opciones de ganar el campeonato
El campeonato del mundo de MotoGP se decidirá en Valencia, en el útimo Gran Premio del año, después de que Jorge Lorenzo (Yamaha YZR M 1) haya ganado el GP de Japón por delante de Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V).
Lorenzo, vigente campeón, ha defendido su título con uñas y dientes y ha liderado la carrera de Motegi de principio a fin. El mallorquín no ha cometido ni un solo error y evita, por segunda vez, que el debutante Márquez le arrebate el campeonato de MotoGP.
Además, con esta victoria Lorenzo recorta cinco puntos a Márquez y la distancia entre ambos es de 13 puntos, por lo que todo puede pasar en la última carrera del año.
Pese a todo, la ventaja sigue siendo para el piloto de Honda ya que, aunque Lorenzo gane en Cheste, a Marc Márquez le basta con ser cuarto para llevarse su primer Mindial de MotoGP.
Por su parte Dani Pedrosa, que fue tercero en Motegi, se ha quedado sin opciones de título, al estar a 38 puntos del liderato cuando solo quedan 25 en juego.
Además de copar los tres cajones del podio, la cuarta plaza en Motegi fue para Álvaro Bautista (Honda), por lo que es la primera vez que cuatro españoles ocupan las primeras plazas de la máxima categoría del motociclismo.
Lorenzo dominó toda la carrera
Desde el inicio, Jorge Lorenzo se mostró intratable. El piloto de Yamaha, que ya evitó triunfo de Márquez ganando en Australia, realizó una espectacular salida y en la primera curva ya lideraba con diferencia la carrera.
Además, aprovechó que su compañero de equipo Valentino Rossi era segundo para seguir ampliando la distancia respecto a Márquez, que marchaba tercero.
Rossi, que ya señaló que ayudaría a Lorenzo cuando lo necesitara, ejercía de tapón entre el campeón y el aspirante al título y así estuvo durante las tres primeras vueltas. Sin embargo, un error en la frenada le hizo salirse de la pista y Marc le arrebató la segunda plaza.
El italiano se quedó entonces rezagado y Márquez y Pedrosa se pusieron a seguir la estela de Lorenzo. Desde entonces, al mallorquín le tocó correr con la presión de tener a las dos Hondas pegadas como una sombra a la parte trasera de su Yamaha.
La nueva situación de carrera no amedrentó a Lorenzo que no levantó el pie del acelerador. El vigente campeón, dispuesto a ganar en un circuito favorable a Honda, no dudó ni siquiera cuando tuvo que superar a los doblados.
Márquez, por su parte, lanzó un ataque a falta de 11 vueltas pero Lorenzo tapó bien el espacio y siguió al frente de la carrera.
Entonces el de Honda prefirió pensar en el campeonato y se dedicó a asegurar el segundo cajón del podio. Un puesto que, calculadora en mano, le sirve para llegar con 13 puntos de ventaja a Cheste. Así, en la última carrera del año, y aunque Lorenzo gane en Valencia, a Márquez le bastaría con ser cuarto para proclamarse campeón del mundo.
En cuanto al resto de españoles Héctor Barberá fue decimoséptimo, mientras que Aleix Espargaró no terminó la carrera al sufrir una caída a falta de once vueltas.
