Nico Rosberg se salió del trazado en la última vuelta del Gran Premio de Mónaco. Un error fatal que podría haberle dejado sin pole… o no.
Y es que la bandera amarilla no permitió al resto de pilotos poder mejorar sus tiempos por lo que Rosberg se mantuvo en la primera posición. Hamilton, que se quedó a unas décimas en la última intentona de su compañero, se quedó con la miel en los labios. El piloto inglés mostró su enfado no queriendo saludar a su compañero después de que este consiguiera la pole.