Como si de una prima se tratase, el piloto de Mercedes hace un gran regalo a Nicole Scherzinger cada vez que se proclama campeón del mundo de Fórmula 1.
Si tras su primera corona mundial le compró un jet privado para que pudieran verse con mayor frecuencia, ahora Hamilton le ha construído a Nicole un estudio de grabación en casa «para que no tenga que ir constantemente a Los Ángeles».
Parece ser que el piloto inglés, cuando no está compitiendo, lleva bastante mal estar separado de la cantante.