El piloto alemán Nico Rosberg (Mercedes) ha reconocido, pese a liderar la primera jornada de entrenamientos libres del Gran Premio de Bélgica, sentir temor por «terminar en la pared» cuando su neumático trasero reventó en esta primera toma de contacto para la undécima prueba del Mundial de Fórmula 1.
«Cuando vas tan rápido como a 300 km/h y algo sale mal, es una sensación horrible. Pensé que iba a terminar en la pared y, siendo honesto, fue pura suerte que eso no ocurriera», admitió Rosberg, quien a pesar de su percance fue el más rápido en las dos tandas de entrenamientos. El germano señaló que ese contratiempo «fue un momento bastante impactante» que, por fortuna para él, su escudería y su coche, se saldó sin daños. «Ahora necesitamos investigar con Pirelli lo que pasó», comentó sobre lo sucedido en referencia a la marca que provee de neumático al Mundial. Además, Rosberg valoró su regreso a la disputa del campeonato. «Es bueno estar de vuelta a la pista después de las vacaciones de verano. El circuito es fantástico y nuestro coche parece ser rápido otra vez. Se estaba muy bien y yo estoy contento con mi ritmo», concluyó.
