El piloto español Antonio Albacete (Cepsa) vivió este sábado una complicada primera jornada en el Gran Premio de Hungría del Campeonato de Europa, después de tener que abandonar la primera carrera con un choque en su camión que le condicionó la segunda carrera, donde sólo pudo ser noveno.
Después de firmar unos buenos entrenamiento oficiales, donde estuvo siempre entre los tres más rápidos, Albacete salió en la estela del intratable piloto local Norbert Kiss y más cerca del alemán Jochen Hahn, con el que se presumía una intensa batalla. Las esperanzas de una buena primera carrera se esfumaron cuando en la primera vuelta de carrera, en la curva cuatro, el alemán Rene Reinert chocó de manera lateral con el camión de Albacete. Dicha maniobra obligó al camión rojo de Cepsa a realizar un giro completo de 360 grados. Al volver a la pista, con todas las alarmas de cabina encendidas, Albacete tuvo que abandonar. Kiss se lució en su tierra para llevarse la primera carrera. La segunda comenzó con el sorprendente dominio de Stephanie Halm, que subió al podio junto a Vrsecky y Kiss. Antonio Albacete terminó noveno con un camión renqueante y un motor tocado al que no pudo extraer todo su potencial. «Llevamos una temporada muy dura y desde luego no nos merecíamos algo así. No sé muy bien lo que intentaba hacer este hombre, yo he frenado al llegar a la curva, lo justo y por el sitio, y él no ha frenado y me ha embestido. El camión está bien, me asusté por la alarmas de pérdida de presión de aceite, pero el motor está bien. De todas formas no podía continuar, porque la defensa lateral me la había destrozado y estaba presionando la rueda delantera. A ver si mañana tengo más suerte», explicó Albacete.