El piloto español Fernando Alonso (McLaren) ha reconocido este domingo que ha tomado la decisión de forma voluntaria de abandonar a tres vueltas antes de finalizar el Gran Premio de Italia, duodécima prueba del Mundial de Fórmula 1, ya que consideraba que iba «a tope» y no pasaba de 100 kilómetros/hora, evidenciando el problema de potencia de los McLaren.
«No sé qué le ha pasado al coche. He parado yo porque iba a tope y no pasaba de 100. Es algo de motor. Paré para evitar males mayores. Estábamos fuera de los puntos y no había nada que hacer», explicó tras la carrera. El asturiano no dio importancia al sexto abandono de la temporada y mira al futuro, pensando en Singapur, una cita más favorable para las características de su monoplaza. «Singapur no tiene tantas rectas y nos puede venir mejor. En Hungría, con suerte y los abandonos, acabamos quintos. En Singapur, que se parece a Hungría, ojalá podamos estar entre los diez primeros», señaló. Por otra parte, Alonso destacó los cambios que ha experimentado a lo largo de la carrera con respecto a la diferencia entre llevar neumáticos blandos o duros. «Al principio de la carrera íbamos con blandos, que eran un segundo más rápidos que los duros. Ibamos muy lentos y los duros nos hacían ser aún más lentos», indicó. Los neumáticos no son los únicos inconvenientes que se ha encontrado el piloto de McLaren, que se quejó una vez más de la potencia de su motor. «En carrera sabemos que tenemos aún más déficit de motor porque no podemos usar la batería todo lo que quisiéramos. Toca trabajar todos unidos y salir hacia delante», recalcó. Al respecto, el bicampeón del mundo confirmó que su objetivo está en centrarse en seguir mejorando para ser competitivos la próxima temporada. «Ojalá ahora podamos ser un poco más competitivos en las carreras y seguir aprendiendo. La distancia es grande y habrá carreras mejores y otras peores. Toca sufrir y preparar las cosas bien para el año que viene», concluyó.