La piloto española Laia Sanz (KTM) comentó que su objetivo no es ganar esta edición del Rally Dakar 2016, sino «lograr estar en el ‘Top 15′», aunque declaró que si ya consiguió estar en el ‘Top 10’ en la última edición podría tener opciones de repetirlo, destacando la experiencia de las anteriores participaciones como ventaja para la competición.
En una entrevista a Europa Press, la catalana declaró que su objetivo pasa por dejar huella en las primeras quince plazas. «El objetivo es hacer ‘Top 15’, de momento no es ni repetir el ‘Top 10’, ni lograr ganar el Dakar, pero si ya conseguí estar entre los diez primeros una vez, por qué no repetirlo. Este año hay más nivel que nunca, y si me marco como objetivo estar en el ‘Top 10’ sería un error porque saldríamos con mucha presión, con muchas ganas de correr y tengo que hacer una primera semana más tranquila, de menos a más», apuntó. «No espero ganar el Dakar. Es imposible que pueda ganar el Dakar en moto y hay que ser realista. Tengo que marcarme los objetivos año a año, este es el del ‘Top 15’. Creo que hay mucho nivel, que muchos pilotos pueden ganar el Dakar, pero que yo no soy uno de ellos. Estará más reñido que nunca y será muy interesante. Tengo un año más de experiencia y voy madurando estas situaciones y encarando mejor los nervios. Voy con el mejor equipo posible y esto es muy importante», argumentó. Sanz explicó la responsabilidad que tiene, y a la vez, la tranquilidad que le da haber participado en ocasiones anteriores. «Hay mucha más responsabilidad, es verdad que el equipo es nuevo, ha apostado por mí, y espero poder agradecérselo con un buen resultado. Voy más tranquila porque el equipo tiene mucha experiencia, todos van a hacer su carrera, hay muy buen ambiente y eso me da tranquilidad. Al final, cuando empiece la carrera tendré que olvidarme de todo como hago siempre y hacer una buena carrera», se sinceró. «Aprendí que la carrera es muy diferente cuando tienes la suerte de poder salir en las posiciones delanteras. Es como una rueda, entras en una buena dinámica y es más fácil que todo vaya bien. También aprendí que el Dakar se acaba el último kilómetro y que hasta el final va a estar competido. El año pasado los últimos 20 kilómetros fueron un infierno. Creo que si hago una carrera inteligente tendré opciones de cumplir mis objetivos», señaló la de Corbera sobre su experiencia en el Dakar del pasado curso donde logró la novena posición. La piloto de KTM destacó el cambio en el trato de los pilotos a raíz de los dos últimos Dakar. «Me tratan como un piloto más, sobre todo después de los dos últimos años con la decimosexta y la novena posición respectivamente. Ha cambiado la manera de verme, al principio me veían como la chica que llega al Dakar a acabarlo y es verdad que el último año muchos pilotos se interesaban por mi resultado, y eso demuestra que me respetan y me valoran», analizó. «El año pasado fue un Dakar muy bueno y no se había de cambiar gran cosa en la preparación para este. El hecho de estar en un equipo así me ha ayudado a prepararlo mejor y estar centrada en solo ir en moto y no tanto en los temas logísticos. Compartir entrenamiento con los integrantes del equipo me ha ido muy bien para aprender de ellos y estaré más respaldada que nunca», añadió sobre su nuevo equipo. La igualdad de este Dakar es uno de los platos fuertes y Joan Barreda lo tendrá complicado para ganar. «Joan ha sido uno de los favoritos durante los tres últimos años, pero ahora que se ha ido Marc Coma, lo tiene más difícil que nunca porque al final toda la presión recae sobre él, y sobretodo creo que este año hay 4 ó 5 pilotos con la misma o más velocidad que él, pero sin su experiencia en el Dakar», aseguró. «En el equipo hay una parte que es la experiencia, como Jordi Viladoms, y después hay la parte más veloz pero sin experiencia. Entonces el equipo es una mezcla muy interesante y nos podemos ayudar entre todos a hacer un buen trabajo. El buen ambiente en el equipo es muy importante para lograr objetivos», comentó.
