El piloto español Marc Márquez afrontará ‘relajado’ este fin de semana el Gran Premio de Australia, decimosexta y antepenúltima cita del Mundial de Motociclismo, una vez asegurada ya su tercera corona en una categoría de MotoGP que queda reducida a la emoción por el subcampeonato entre las dos Yamaha y un ambicioso Maverick Viñales (Suzuki).
El de Cervera no desaprovechó los fallos de sus rivales por el título en Motegi el pasado domingo y cerró con su quinta victoria del año su quinto campeonato mundial, lo que le permitirá competir sin presión las tres citas que restan en busca de aumentar el número de triunfos. El catalán ya no puedo ni siquiera acercarse a los espléndidos números de 2014, año de su segundo Mundial de MotoGP, cuando conquistó 13 victorias, pero intentará superar las seis que le encumbraron en 2013 cuando era ‘rookie’ de la categoría en un trazado, donde la climatología y el viento pueden jugar un papel clave y donde el año pasado se destapó la ‘guerra’ con Valentino Rossi. Phillip Island fue testigo entonces de la denominada ‘Carrera del Siglo’, marcada por un carrusel de adelantamientos sin descanso entre Márquez, Jorge Lorenzo, Andrea Iannone y Rossi, que terminó con triunfo del primero por delante del balear que recortó puntos a su compañero de equipo en su pugna por el título. ‘Il Dottore’ acusó al ilerdense de ser aliado del balear en un inicio de hostilidades verbales que concluyeron en el polémico desenlace de una semana después en Sepang (Malasia). Ahora, el recién proclamado campeón del mundo busca repetir ese triunfo aunque sabe que no tendrá facilidades ante las dos ‘M1’ y el pujante Maverick Viñales, que se están jugando el honor del subcampeonato, importante para todos por diversos motivos. El de Lorenzo y Rossi es por ganar la ‘batalla’ de terminar uno delante del otro en el último año del mallorquín en el equipo antes de probar suerte en Ducati. Los dos fallaron en Japón y siguen separados por 14 puntos antes de medirse en un trazado donde el pentacampeón del mundo ganó en 2013 e ‘Il Dottore’ en 2014 después de haber domado Phillip Island de 2001 a 2005. Sin embargo, estos fallos han provocado que Viñales, tercero en Motegi, se acerque y mantenga opciones. El de Roses está a 31 puntos de su futuro compañero y espera recortar distancia en un circuito donde la Suzuki fue la mejor en la visita en la pretemporada y en donde el español suele rendir bien, con victoria en Moto2 (2014) y un brillante sexto puesto el año pasado. Además, de este cuarteto, también habrá que tener en cuenta a las Ducati oficiales. Andrea Dovizioso, reforzado por su segunda plaza en Japón, volverá a estar acompañado por Héctor Barberá, sustituto del todavía lesionado Andrea Iannone, en busca de estar delante.
