Cristina Gutiérrez: «Era raro que no hubiera acabado una española el Dakar en coches»

Cristina Gutiérrez se va «creyendo poco a poco» el haber conseguido terminar el «gran sueño» de disputar el Rally Dakar y de ser además la primera mujer española en acabarlo en coche, algo que ve «raro» que no se hubiera cumplido todavía, dejando claro que ahora su objetivo es hacerse «un hueco» en el prestigioso ‘raid’.

«Es un sentimiento raro. Pasó todo muy rápido desde que me confirmaron que iba a ir, como mucho tres meses, y me cuesta mucho asumirlo, pero poco a poco nos los vamos creyendo. He cumplido un gran sueño, pero lo importante es ir renovándolos e intentarlos cumplir», expresó Gutiérrez en su visita a Europa Press.

Para la burgalesa, «ha sido muy bonito» lo de ser la primera española en acabar en coches el ‘raid’ más duro del mundo. «Era algo que raro en 2017 no se hubiera cumplido y me ha alegrado de que por fin hayamos quitado esa barrera. Hay mujeres muy buenas y ojalá que pueda servir de referencia a alguien, en lo que pueda ayudar estaré encantada», confesó, recalcando que aquellas que no lo consiguieron «sientan que este premio es suyo».

La española ya tiene «la mente puesta en la próxima temporada». «Hay que hablar con muchos sponsors y con la gente para ver hasta qué punto están dispuestos en patrocinio, pero mi objetivo es hacerme un hueco en Dakar e ir mejorando resultados», indicó.

En este sentido, no tiene «nada hablado» con Mitsubishi para repetir. «El contrato era para el Dakar, pero me gustaría seguir con ellos porque me han hecho cumplir mis sueños. Me gusta mucho el coche, se ha comportado muy bien y responde muy bien a mis expectativas. Espero que todo llegue a buen puerto», deseó.

Gutiérrez, que recordó que se hizo «antes piloto que odontóloga», su profesión actual, empezó con seis años a conducir «motos» y fue su padre el que le metió en el mundo del motor, donde también probó el karting o la Fórmula BMW. «Cuando empecé la carrera me metí en el todoterreno y lo compaginé. Todo sueño de piloto es el Dakar, ya lo miraba de rejo, y cuando vi que estaba preparada y que podría terminarlo con seguridad decidí hacerlo», advirtió.

«Mi padre es incluso menos responsable que yo, que sí que tengo la cabeza muy amueblada y los pies en la tierra, y hasta que no me he visto preparada no he dado el salto. Mi padre, cuando logré el subcampeonato de España, se emocionó y estuvo ahí apoyándome. Incluso vino conmigo al Dakar porque era un sueño para él», añadió.

La joven piloto nacida en Burgos, donde existe «pasión por el motor pero a pequeña escala», conoció el mundo del todoterreno a través de unos amigos de sus padres. «Caí un poco de rebote», se sinceró. «Me adapté muy bien porque iba muy fuerte, pero me di un par de sustos y aprendí a ir a otro ritmo», comentó.

Una vez llegada a Sudamérica, Gutiérrez, «sorprendentemente» se encontró «muy tranquila» en el momento de tomar la salida, y recordó como momento «especial» cuando estuvo en el podio con su «familia» o cuando una espectadora le gritó ‘Fuerza’ en la primera etapa. «Se me quedó grabado y me llenó», afirmó.

«SALGO MAS MADURA COMO PILOTO Y CON MAS CONFIANZA»

Durante el ‘raid’, ha tenido «momentos puntuales de sustos pero nada insolucionable» a nivel mecánico porque decidieron llevar un «ritmo conservador», mientras que a nivel físico sufrió más «cuando se eliminó la etapa de Salta» por el alud en Jujuy. «Fue un enlace muy largo, de más diez horas, y con un ‘roadbook’ de 400 kilómetros por caminos», apuntó.

«No me gusta quejarme, creo que atraes cosas negativas. El Dakar es una carrera de superación, estaba dónde quería y aunque había días duros, los llevaba bien. Físicamente he estado muy bien y la altura no me ha afectado. Llevo en todoterreno muchos años y es una modalidad tosca y muy cansada, y eso me ha servido para afrontar la carrera a nivel mental porque el Dakar es físico y mental al 50 por ciento», subrayó la burgalesa.

Para prepararse para la altitud, se la jugó «un poco» porque no contó con una cámara hiperbárica porque el presupuesto no daba para ello y lo quería «invertir en preparar el coche lo mejor posible». Por ello, se escapó «una semana a la parte más alta» de Sierra Nevada. «Son 3.500 m y allí la media era de 4.000. Esperaba que mi juventud y preparación física extra fuese suficiente porque era a lo que más respeto tenía», remarcó.

Con todo, Gutiérrez sale «más madura a nivel de piloto y con más confianza» después de verse «bien para ser el primer Dakar». «Me da satisfacción haberlo terminado, el resultado lo he mirado después porque si me mosqueo como voy no hubiera terminado», explicó sonriente. «La 44ª no está nada mal cuando ha habido pilotos muy grandes que no han acabado», resaltó la piloto, que no se ha «aburrido» y que supo que el Dakar «era otro formato» y que si no llevas un ritmo más conservado «te quedas sin nada».

«He roto esa barrera y si vuelvo tendré más expectativas. El calendario está enfocado al Dakar, al Mundial y al Campeonato de España, y por mí lo haría todo, pero depende del presupuesto con el que contemos. Cuantas mas pruebas mejor, y si están enfocadas al Mundial mejor», aseveró la piloto.

Con Pedro López, su copiloto, se ha llevado «muy bien». «Se ha portado muy bien, lo había corrido una vez y otra de mecánico, y me daba garantías de acabar. Hay momentos de tensión, pero somos dos personas adultas, cometemos errores y hay que saber llevarlo. Es importante saber estar en el coche y saber hablar las cosas», admitió.

CREE QUE SERIA «UN ERROR» DEJAR SUDAMERICA

Gutiérrez cree que «no hay ninguna carrera igual» al Dakar y por eso llama «a todos a hacerlo» y que sería «un error» dejar Sudamérica pese a que la historia está vinculada a Africa. «Sudamérica me ha encantado y el apoyo es increíble», indicó.

La castellano-leonesa siguió «un año o dos» el Dakar africano, en especial a «Jutta Kleinschmidt», y le «atrae la idea de aventura» que destilaba, pero considera que «la historia está evolucionando hacia un Dakar tipo rally». «No creo que Africa entrase en esa baraja», expresó.

A la debutante en el Dakar «casi todos» los pilotos le dieron «consejos» y tras acabarlo ha recibido «muchas felicitaciones, todas especiales, de muchos países y muchos tipos de personas». «En Burgos me han dado mucho apoyo», celebró.

«Me he tenido que poner a trabajar ya y he cambiado la mentalidad, pero el Dakar sigue estando ahí porque sigo recibiendo mensajes y sigue ahí la ilusión», declaró. «Si hay más volumen de trabajo lo agradeceré. No suelo decir que compito pero creo que la gente ya se ha ido enterando», dijo sonriente.

La española piensa que su «futuro» será en el todoterreno y siempre se ha «fijado» en gente como María de Villota, Laia Sanz, Carlos Sainz o Fernando Alonso como referentes en su carrera, mientras que, fuera del mundo del moto, admira al tenista Rafa Nadal. «Me encanta», sentenció.

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