El Circuit de Barcelona-Catalunya acoge desde este martes hasta el viernes los últimos cuatro días de entrenamientos oficiales de pretemporada antes de que arranque el Mundial de Fórmula 1 en Melbourne con el GP de Australia, del 24 al 26 de marzo, con la voluntad de poner los monoplazas a punto y evitar sustos y sorpresas que se dieron la semana pasada.
Los cuatro primeros días de ‘test’ en Montmeló no dieron pie a ningún cambio sustancial dado que Mercedes fue la escudería más rápida e incluso fiable, aunque seguida muy de cerca por Ferrari. No tan lejos se situaron Red Bull y Renault, aunque de momento sin opciones de igualar sus cronos. En el otro lado de la balanza, Sauber y McLaren con unos problemas que deberán solventar. El mejor tiempo de referencia es el marcado por el recién llegado a Mercedes Valtteri Bottas, con 1:19.705, y se espera que en esta semana se supere ese crono para acercarse más a los 4 segundos de mejora que en principio pueden brindar los monoplazas en este Mundial respecto al pasado. A falta de saber si habrá otra jornada en mojado, por presencia de lluvia o por expreso deseo de Pirelli mediante cubas de agua, esta semana será la de la puesta a punto. Las pruebas serán menores y se pondrá el foco en encontrar el punto justo a cada monoplaza de cara a Australia, cuando se dará el punto de salida a una temporada que tiene de nuevo a Mercedes como rival a batir. Quien espera mucho más de esta semana es Fernando Alonso -rodará el miércoles y el viernes-, pues no tuvo fortuna el asturiano con un McLaren MCL32 poco fiable que tuvo fugas de aceite y falta de potencia. Eso sí, desde Woking están trabajando para mejorar y confían en que el motor Honda les de una fiabilidad que, cuanto menos, les permita recuperar las vueltas perdidas. No obstante, el máximo responsable deportivo del equipo McLaren-Honda, Eric Boullier, ha asegurado que se verá un monoplaza «muy cambiado» en el Gran Premio de Australia, primera prueba del Mundial de Fórmula 1 el 26 de marzo, con respecto a los ‘test’ del Circuit de Barcelona-Catalunya. Una de las novedades podría ser ver al piloto alemán Pascal Wehrlein al volante de su Sauber. A falta de tener el permiso médico tras el accidente sufrido en la Carrera de Campeones de Miami, estará en Barcelona por si llega a tiempo. Si no, será el piloto probador de Ferrari Antonio Giovinazzi quien vuelva a llevar su monoplaza. Para mejorar la asistencia a los ‘test’, el Circuit de Barcelona-Catalunya ha llevado a cabo una iniciativa solidaria con el proyecto ‘Wings for Life’ y con el beneplácito y colaboración de Toro Rosso y Carlos Sainz que permitirá que 22 personas conozcan al piloto madrileño y compartan con él una charla sobre Fórmula 1. El precio de las entradas, que se sitúan en los 100 euros y que ya están agotadas, irán destinadas íntegramente a ‘Wings for life’, una fundación sin ánimo de lucro que recauda fondos para la investigación de las lesiones de médula espinal.
