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La valentía y la chulería les dura el tiempo que a los afectados por sus acciones golpistas les lleva ponerse de acuerdo y oponerse a sus chantajes y absurdas reivindicaciones. Y como reza un vetusto aforismo de los ruteros españoles, «de poco valen las precauciones cuando a los camioneros se les hinchan los cojones».
A los muy arrogantes y prepotentes de los CDR les va a costar bastante olvidar la pesadilla vivida la noche del 24 de octubre de 2019 en una carretera de la provincia de Tarragona, la C-16, cuando quisieron cortar el paso de los vehículos y al final tuvieron que acabar huyendo ante la arrojada actitud de los conductores.
Los hechos acontecieron en la autopista C-16, en la salida de La Selva del Camp. Una decena de CDR encapuchados extendieron una barricada de palés de madera, que impidió que los conductores que circulaban por la vía siguiesen su marcha. Tras provocar que se detuvieran, le pegaron fuego a la madera.
Los conductores, indignados, se plantaron en la línea del fuego para exigir a los golpistas que les abrieran el paso. Pero estos se pusieron bravos y amenazaron con lanzarles los palés ardiendo si se acercaban más o incluso se atrevieran a tocar la barricada.
No lo toquéis que os pegaré fuego.
Uno de los automovilistas bloqueados quiso pasar ante el hecho de que sus hijos estaban solos en la vivienda, pero el líder de la manada de los CDR se puso terco:
Pues te esperas, no me da la gana. Aquí podemos estar todo el día.
Eso provocó la reacción encendida de los conductores que al grito de «estamos hasta los huevos» empezaron a acercarse a los palés ardiendo y hasta un camionero propuso pasar con su vehículo por encima de los CDR viendo que estos seguían enrocados en su particular lucha.
De hecho, en cuando los afectados se unieron como una piña los que salieron huyendo como ratas fueron los propios CDR que vieron con pavor como eran atacados con las maderas que ellos mismos habían incendiado minutos antes.
