LA RABIA DEL CONDUCTOR

Revienta la valla del parking porque no aceptan tarjetas: «Quiero pagar y no me dejan»

Se hartó y habrá muchos que le den la razón, pero lo han denunciado y al final tendrá que pagar lo que rompió.

El conductor, que parece un tipo muy decidido, optó por llevarse por delante la valla de un aparcamiento privado de Las Palmas de Gran Canaria, junto al parque Santa Catalina, al no poder pagar con su teléfono móvil o su tarjeta de crédito los 25 céntimos que debía tras permanecer poco tiempo en el recinto.

El usuario del estacionamiento se graba tirando con su vehículo, de color naranja, la valla después de explicar que no tenía dinero en metálico.

Fuentes del aparcamiento indican que quería usar su dispositivo móvil y no era posible en esa máquina.

Dicen que le dieron  la opción de ir a un cajero para sacar dinero y abonar el ticket.

Y que él los mando a freír puñetas.

Así que, sin dudarlo, y a pesar de los daños que podía provocar en su coche, aceleró y tumbó el obstáculo del aparcamiento, saliendo por la rampa de la instalación sin pagar la deuda de estacionamiento.

LA RABIA DEL CONDUCTOR

La expresión «rabia del conductor» se refiere a un fenómeno conocido como «ira al volante» o «agresividad al volante«.

Se refiere a comportamientos agresivos, hostiles o violentos que algunos conductores exhiben mientras están al mando de un vehículo.

Estos comportamientos pueden incluir insultos, gestos ofensivos, bloqueo intencional, aceleraciones bruscas, cambios de carril agresivos y otras acciones que buscan intimidar o perjudicar a otros conductores.

Hay varias razones que pueden contribuir a la rabia del conductor:

  • Frustración y estrés: El tráfico pesado, los retrasos, los conductores imprudentes y otros factores pueden generar frustración y estrés en los conductores, lo que puede llevar a respuestas agresivas.
  • Anonimato y despersonalización: El estar dentro de un automóvil puede crear una sensación de anonimato y despersonalización, lo que hace que algunos conductores se sientan menos inhibidos para expresar su ira o frustración.
  • Competitividad: Algunos conductores pueden ver la conducción como una competencia y se sienten amenazados o desafiados por otros conductores. Esto puede llevar a un comportamiento agresivo en un intento de «ganar» en la carretera.
  • Actitudes y normas sociales: Algunos conductores pueden tener actitudes negativas o agresivas hacia los demás en la carretera debido a una falta de empatía o respeto por los demás usuarios de la vía.

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