El ciclista español Carlos Sastre (Cervélo) se ha mostrado satisfecho por haber estado este lunes entre los mejores en la decimoquinta etapa del Tour, que se disputaba en las localidades de Pamiers y Bagnère-de-Luchon, ya que para él, el recorrido era muy rápido y duro.
«La segunda etapa de los Pirineos ha sido realmente rápida. Los primeros 100 kilómetros parecía más una carrera de motos que de bicicletas. Hemos rodado por encima de los 47 kilómetros por hora de media por un terreno que no era precisamente llano», ha comentado el líder de Cervélo.
Además, Sastre ha añadido que los ciclistas ya empiezan a acumular cansancio en el Tour. «El final de carrera, con el puerto de Balès, ha sido un ritmo asfixiante, muy duro, en el que hemos visto cambios en la general y a muchos corredores que empiezan o empezamos a acumular cansancio tras un Tour de Francia de mucho calor y de un ritmo vertiginoso», ha señalado el abulense.
El que fue el ganador del Tour en 2008, ha terminado la etapa cansado, pero contento con su actuación. «Cada día estoy más cerca de los mejores y eso me sirve de motivación especial después de todos los problemas que he sufrido al principio de esta carrera. En ese sentido me siento francamente contento», ha concluido.
