Los Cowboys despiden a Phillips de entrenador y llega Garrett de interino

Los Cowboys despiden a Phillips de entrenador y llega Garrett de interino
El técnico Wade Phillips. EFE/Archivo

A pesar que el dueño de los Cowboys de Dallas, Jerry Jones, había anticipado que pese a los malos resultados cosechados por el equipo iba a mantener a Wade Phillips en el puesto de entrenador hasta que concluyera la presente temporada, nada de eso se cumplió por culpa de la última derrota.

Jones, que también ocupa la gerencia, había reiterado que no era partidario de despedir a nadie a mitad de temporada, pero después de ver como el pasado domingo el equipo fue humillado por los Packers de Green Bay, que les ganaron por paliza de 45-7, su filosofía cambió radicalmente.

Solo necesitó 12 horas para presentarse ante los medios de comunicación y anunciar que Phillips dejaba de ser el entrenador de los Cowboys y su puesto iba a ser ocupado de forma interina por el coordinador ofensivo Jason Garrett, que se va a hacer cargo de un equipo con marca perdedora de 1-7.

Garrett, de 44 años, ya no tiene nada que perder de cara a lo que resta de temporada y todos los triunfos que consigan les serán de gran utilidad de cara a quedarse fijo en el puesto cuando concluya la competición del 2010.

«Estamos agradecidos con Wade y con su contribución con la dirección de los Cowboys. Sin embargo, también entendemos claramente que no estamos donde queremos a estas alturas de la temporada y eso es un eufemismo. Compartimos toda la responsabilidad, todos nosotros», explicó Jones al valorar el despido de Phillips.

Esta es la peor campaña de Dallas desde 1999 y también se destaca entre las más negativas en su historia.

Hecho que se agrava porque los Cowboys venían de ganar su división la pasada temporada, con un triunfo en los «playoffs», y la expectativa era que estarían entre los equipos a llegar al Super Bowl, que el próximo mes de febrero se va a disputar en su nuevo estadio.

La marcha de Phillips representa un también hito negativo en la historia del equipo porque se convierte en el primer entrenador que es despedido a la mitad de la temporada.

«Un cambio en plena competición era algo que estaba renuente a considerar. Recientemente hablé con el equipo y mis comentarios hacia ellos fueron muy breves y puntuales. Les dije que no entendieran esto como una admisión de derrota o de que concluye la temporada», indicó Jones.

El dueño del equipo dijo que ahora la única meta que deben tener los Cowboys es la del inicio de temporada que deben luchar por ganar cada partido.

«Aún tenemos ocho partidos por disputar y hay una sola meta, la de ganarlos todos», subrayó Jones.

El primer partido con Garrett a cargo será el domingo y tendrán como rival nada menos que a los Giants de Nueva York (6-2), líderes en su misma División Este de la Conferencia Nacional (NFC).

«Tendrá la oportunidad de quedarse con el empleo a largo plazo. Creo que Jason tiene el temperamento y la disposición para afrontar un cambio de cultura», reconoció Jones. «Considero que esto es importante. Sabemos que los estilos de los entrenadores son diferentes. Creo que el suyo puede ser efectivo».

Además del nombramiento de Garrett como entrenador interino, Paul Pasqualoni fue nombrado coordinador defensivo.

La primera mitad de la liga ha sido un cúmulo de adversidades y casi todo le ha salido mal a los Cowboys.

Sobre todo, han cometido errores de desconcentración relacionados con faltas, pérdidas de balón y otras equivocaciones propias de un equipo nuevo, no de una de las plantillas mejor pagadas de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL).

Phillips no logró que salieran de esta situación. Intentó ser leal a sus jugadores, en vez de mandar al banquillo a los que peor estaban jugando. Esto sólo pareció empeorar las cosas.

La situación del equipo terminó de empeorar cuando el mariscal de campo hispano Tony Romo se fracturó la clavícula izquierda el 25 de octubre ante la poca protección que recibió de la defensa, grave problema que Garrett y Pasqualoni tendrán que corregir de inmediato.

La defensa permitió al menos 35 puntos a los rivales en tres partidos seguidos, algo que los Cowboys no hacían desde su primera temporada en la liga, 1960, que terminaron con 11 derrotas y ninguna victoria.

Lo más extraño es que los defensores son casi todos los mismos que el año pasado cuando lograron la primera racha de dos partidos sin conceder puntos en la historia del equipo. Este puede haber sido el talón de Aquiles de Phillips, que también era el coordinador defensivo.

Durante esta caída, Jones mantuvo su apoyo al entrenador y hasta la semana pasada dijo que éste seguiría en el puesto todo el año. Las primeras cinco derrotas habían sido por un «touchdown» o menos, lo que mostraba que los jugadores aún se esforzaban.

Sin embargo, la segunda humillación seguida no dejó opciones a Jones. Algo tenía que cambiar para que los últimos ocho partidos generen algún interés.

«Hay mucha gente que ciertamente va a sufrir y a pagar las consecuencias por los malos resultados que el equipo ha cosechado», adelantó Jones el domingo por la noche cuando ya tenía todo listo para comenzar a pensar más como un equipo en reconstrucción que en disputar el próximo Super Bowl.

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