El secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, expresó hoy su confianza en que el ciclista pinteño Alberto Contador se rehaga porque «tiene mucha fuerza interior y la cabeza bien amueblada» y aseguró a Efe que desconoce el informe que la UCI envió a la Federación Española porque no le corresponde entrar en ello.
En una visita a la agencia Efe, Lissavetzky reconoció que es inevitable que se «ponga en la picota a un deportista sin saber el resultado» y que se demore en exceso la resolución del caso, aunque «son las reglas del juego y hay que aceptarlas así».
«Alberto Contador, en lo que yo le conozco, tiene mucha fuerza interior y tiene la cabeza bien amueblada. A nadie le gusta ser objeto de debate público hasta que no hubiera circunstancias que avalaran una sanción o que permitieran una solución, pero son las reglas del juego y cuanto más importante eres en el mundo del deporte más sale al exterior», añadió.
Igualmente lamentó el «largo tiempo» transcurrido desde que salió a la luz el caso de Alberto Contador y la «publicidad» del mismo y afirmó que desconoce el contenido del informe que la UCI envió esta semana a la Federación Española para que instruya un expediente.
«Desde el momento en el que se ha recibido en la Federación un informe para que se abra un expediente, ahora ya es un presunto caso de dopaje. En función de lo que venga en esos documentos, que no he visto y no quiero ver, no me corresponde entrar en ello, es cuando tiene que entrar a funcionar el comité de competición y veremos qué resulta», dijo.
Lissavetzky, que es el representante de los gobiernos europeos en el Comité Ejecutivo de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), insistió en la conveniencia de que el ciclismo profesional «a nivel mundial» haga una reflexión que abarque aspectos como la duración y la dificultad de las grandes vueltas, así como las relaciones entre éstas, la federación internacional y la propia AMA.
«Cada uno ha hecho, con la mejor voluntad, la guerra por su cuenta. Ha habido enfrentamientos entre la UCI Pro Tour, las grandes vueltas. Es un sistema ahora mismo entrópico que no está en las mejores condiciones para afrontar todos juntos y de la mano, sin acusaciones, muchas de ellas sin pruebas, a países, a organismos, etcétera, para afrontar ese reto de sacar adelante el ciclismo», apuntó.
El secretario de Estado, que abandonará a principios de 2011 su cargo para concurrir a las elecciones como candidato socialista a la alcaldía de Madrid, afirmó que los «reproches debilitan la lucha contra el dopaje» y abogó por «mayor prevención e implicación de federaciones, gobiernos y el conjunto de la sociedad» para conocer «los efectos negativos y a veces irreversibles» que tiene.
«No se puede poner el juego limpio que significa el deporte en jaque. El ciclismo tiene enormes exigencias desde el punto de vista físico. Es necesaria una reflexión sobre la duración de las grandes vueltas, si queremos enormes dificultades que a todos nos divierten, si instrumentos que se han creado como el pasaporte biológico es muy útil o no y si la relación coste eficiencia es la adecuada», añadió.
En su opinión, el pasaporte biológico «puede ser muy útil», aunque «hay que evaluar cuántos casos se han evitado con él, si luego ciclistas con un pasaporte muy limpio dan positivo».
Lissavetzky, que desde que llegó a la secretaría de Estado tras la elecciones generales de 2004 ha abogado por hacer «una gran sentada del ciclismo», reconoció que éste es uno de los temas pendientes.
«Modestamente he intentado colaborar pero no lo he conseguido. Si me dijeran como se definiría usted en la parte deportiva de los conflictos, diría que como una persona muy dialogante, un mediador en la mayoría de los casos con éxito, pero es la asignatura pendiente porque a nivel mundial no se ha conseguido ese acercamiento entre todos para tratar desde un enfoque integral el problema que existe», añadió.
