La Secretaria de Estado de Igualdad, Bibiana Aído, se solidarizó este lunes con las �tunecinas, egipcias, yemeníes, argelinas, libias� y en general mujeres árabes �que llevan dos meses en las calles y plazas, reivindicando derechos que todavía no tienen�.
Durante la presentación del 2� Informe del Observatorio de Igualdad de Género de América Latina y el Caribe 2011, Aído destacó que �deben estar en la vanguardia de esos movimientos para que sus reivindicaciones figuren en la base de las transformaciones sociales y políticas que viven sus países�.
�En estos momentos de gran esperanza deben saber que cuentan con el apoyo y la solidaridad de todas nosotras�, declaró.
Según Aído, �hoy en día la pobreza aún tiene cara de mujer�, y aunque se ha avanzado mucho �son más los retos pendientes que las metas conseguidas�.
La secretaria de Estado destacó los avances legales y la participación política lograda durante estos últimos años, pero afirmó que �es una vergüenza que aún no dispongamos de datos fiables sobre la trata de personas con fines de explotación sexual�.
�No tenemos esta información en ningún país�, lamentó Aído, para quien además la actual crisis económica �supone una amenaza� al avance de la igualdad ante la que hay que estar atenta.
Esta misma idea expresaron las secretarias de Estado de Portugal y Andorra, Elza María Deus Prais y Magda Mata, respectivamente, que además incidieron en la urgencia de combatir la violencia de género.
DÉFICIT DE AUTONOMÍA
Con todo, el informe denuncia una alarmante falta de independencia y capacidad de acción entre las mujeres de los países estudiados, sobre todo en América Latina y el caribe.
Según la directora de la División de Género de Cepal, Sonia Montaño, hay carencias en la autonomía física, económica y laboral de las mujeres, que aunque se han incorporado masivamente al mercado de trabajo �ocupan los empleos más precarios y peor remunerados de toda la escala�.
La fuerza laboral de la mujer en América Latina supera el 60%, pero es mayoría abrumadora en el sector de la economía informal, agregó.
Montaño alertó también sobre las tasas de mortalidad en el parto, que continúan en niveles muy altos en países como Bolivia (180 muertes por cada 100.000 nacimientos); el alto índice de violencia de género (con un gran número de estados que ni siquiera recogen estadísticas); la permanencia e incluso incremento en el número de embarazos adolescentes, y la falta de acceso a políticas de planificación familiar.
�Más allá de una carencia de recursos y de educación, estos hechos indican la permanencia de una cultura machista y dibujan un panorama en el que difícilmente las mujeres van a poder acceder al mundo del trabajo y a la independencia económica�, apuntó Montaño.
Sin embargo, sí destacó los avances conseguidos desde los años 70, con ejemplos como Brasil y Chile, que han logrado importantes mejoras en salud de la mujer, reducción de embarazos adolescentes y representación política.
Resulta paradójico que América Latina sea la región del mundo con mayor porcentaje de parlamentarias, con un 24,4% frente al 21,9% de Europa.
En cuanto a la paridad en el ejecutivo, ninguno de los 19 países del Caribe tienen normas al respecto; en América Latina existen en 14 estados, y dentro de la Península Ibérica se han implantado en España y Portugal.
Por último, el Informe señala que la estructura del poder judicial sigue muy masculinizada, y apunta al no reparto de tareas domésticas y al cuidado de menores y personas dependientes como las principales dificultades para la independencia de la mujer.
Con todo, Montaño señaló que �aunque seguimos siendo minoría, la masa crítica ya se ha alcanzado y el cambio cultural es posible�.
