El ciclista español Joaquim Rodríguez, nuevo líder de la Vuelta, se mostró satisfecho al término de la etapa en la que se ha «encontrado muy bien» y aseguró que llevar el ‘maillot’ rojo no será una «obsesión» y que lo que cuenta es «llevarlo el último día en Madrid» y promete «seguir luchando».
«Me he encontrado muy bien, ‘chapeau’ por el equipo que ha controlado de maravilla la carrera. No nos vamos a obsesionar con el ‘maillot’ rojo, lo que cuenta es llevarlo el último día en Madrid, así que seguiremos luchando», apuntó.
Sobre la etapa, de cuatro puertos y final en alto, resaltó su dureza y apuntó que «tenía muchas ganas de que llegara». «Tenía muchas ganas de que llegara esta etapa. En el mes de julio, después de la Clásica de Ordizia, la vinimos a ver Daniel Moreno (Katusha) y yo. Estamos muy motivados los dos», señaló.
«Es una etapa más dura que la de Valdepeñas de Jaén porque te rompe el ritmo y no te deja ni un momento de respiro, me revienta. Cuando he arrancado me he sentado por que he visto que me ahogaba», agregó.
El ciclista catalán le quitó valor al liderato y aseguró que lo importante era coger tiempo de cara a la contrarreloj del lunes en Salamanca.
«Mi trabajo era coger bonificaciones para llegar con tiempo ganado a la crono de Salamanca, porque sé que los contrarrelojistas me van a dar una paliza. Salir de la crono con 2 minutos 30 minutos de desventaja sería un éxito», analizó.
El corredor catalán también analizó la etapa de mañana, una prueba de montaña con final en el alto de la Covatilla. «Es una etapa que siempre hace daño. No es uno de los puertos que mejor se adaptan a mis características, pero con esta condición que tengo ahora pues puedo afrontarla», explicó. «Pero repito tengo que tensar la cuerda para luego yo aprovecharme en la Farrapona, Angliru, en todas las etapas de montaña», aseveró.
Por último, ‘Purito’ Rodríguez dedicó la victoria de etapa. «Quiero dedicar esta etapa a unos amigos de mi pueblo que lo están pasando mal con su hijo Arnau, que sean fuertes y ánimo», concluyó.
