Como si de una botella de champán se tratase, el nadador Michael Phelps, de 27 años, ha revolucionado todos los medios al dejarse fotografiar con una hermosa rubia durante un acto comercial de Speedo. ¿Quién es?
Pues a tenor de las informaciones, la afortunada es Megan Roosse, una aspirante a modelo de 25 años originaria de Los Ángeles, Estados Unidos. O en dos palabras: su novia.
Al parecer la relación no ha sido cosa de estos últimos Juegos Olímpicos y ya estaba en el horno desde principios de año, cuando los dos comenzaron a salir.
Sin embargo, no fue hasta la cita del pasado lunes, en la que Phelps se dejó fotografiar con ella -pero sin contestar a las preguntas de los periodistas sobre ésta-, cuando las historias y especulaciones sobre su acompañante corrieron como la pólvora.
Sobre Megan Roosse, a priori, poco se sabe. Ella misma se define en la red social de modelaje Model Mayhem como «sencilla y amigable en el trato y dispuesta para cualquier tipo de proyecto que no incluya desnudos. Me encanta lo que hago y espero poder continuar mi carrera como modelo y como intérprete».
Ojos azules, rubia, 178 centímetros de altura y 57 kilos de peso son otros de los datos que contiene la carta de presentación de la «rubia misteriosa», como la han querido bautizar algunos medios extranjeros y quien, además de intentarlo sobre las pasarelas, trabaja como camarera en un bar nocturno de Hollywood, según indica la publicación Hollyscoop.
Habitual de la red, su presencia no solo se limita a su perfil de Mayhem. También forma parte de Twitter, donde su perfil se ha convertido en un rosario de mensajes de apoyo y cariño hacia el «tiburón de Baltimore».
«Michael Phelps, probablemente esto se pierda entre tus tuits, pero desde que no puedo escribirte te echo de menos y no puedo esperar a pasar tiempo contigo», escribió el pasado 28 de julio en su perfil del portal de microblogging.
No es el único. «Buenas noches, osito», añadió el 2 de agosto en respuesta a un mensaje del nadador. Si uno sigue remontándose en su perfil encontrará más muestras: desde escuetos «Buena suerte hoy, te echo de menos» hasta retuits sobre el horóscopo del deportista o recordatorios a Phelps para que se conecte a Skype.
Él, por su parte, es más moderado aunque no se olvidó del cumpleaños de Megan, el pasado 13 de abril.
Y mientras Roosse sigue buscando su hueco en el mundo de las pasarelas, disfruta de Phelps. Tuit para arriba, foto para abajo.
La última ha sido en Londres cogida del brazo de su aclamado novio, quien ha roto el récord histórico al ganar 22 medallas. Quizá ella se convierta ahora en parte del secreto del «Tiburón».