Tras perder el Tour que ganó Rijs, que iba dopado, tengo la certeza de que Indurain no quiso seguir en este mundillo
Javier Ares es una de las voces autorizadas a la hora de hablar de ciclismo en España. Por tanto apetecía saber que opinaba el conductor de Radioestadio sobre una de las noticias mediáticas del deporte de dos ruedas, la confesión de culpabilidad de Lance Armstrong.
Lejos de sumarse al aquelarre linchador del tejano, Ares, que no ha escatimado críticas hacia ex ciclista norteamericano, ha arremetido también contra todos sus compañeros de equipo que le denunciaron, «dopándose como él y haciéndose rico como él» y que se han ido de rositas de las acusaciones de la opinión pública.
En Onda Cero, Ares además se ha referido al caso de Miguel Induráin. Aunque evidentemente nadie a día de hoy puede poner la mano en el fuego por un ciclista, dada la «cultura del dopaje» que ha existido en este deporte sobre todo a partir de los años 90, el periodista pucelano ha sido muy revelador a la hora de hablar del navarro.
¿E Indurain? De lo que estoy convencido era que en 1996, Indurain, viendo lo que se cocía, dijo ‘yo por ahí no paso’. Y esa es la única explicación de que acabe ese Tour de Francia undécimo [edición ganada por el danés Rijs, que posteriormente reconoció que iba dopado].
Ese es un ejemplo palpable. Indurain en el año 96 en plenitud en su carrera deportiva llega la primera etapa de montaña, con aquellos ataques de Rijs y de Ullrich, y no lleva gasolina súper. Llega la Vuelta a España, le obligan a correr, que él no quería y dijo: ‘señores, hasta aquí hemos llegado’. Y tengo la certeza de que Indurain no quiso seguir en este mundillo.
Respecto a la famosa entrevista de Lance Armstrong, comentó:
Yo no saco la cara de Armstrong pero él ha ido ahí a decirle a la gente: ‘yo no soy el criminal’. Criminales somos todos. Otra cosa es que yo caiga peor porque sea un chulo o un déspota. Lo que no me parece normal es que no tengamos un minimo de objetividad porque el personaje nos irradia asco.
Los personajes que le han denunciado a él lo hicieron dopándose igual que él y ganando mucho dinero, igual que él. Nadie ha hablado mal de Floyd Landys. Todos han denunciado a su compañero. Entonces Armstrong llega y dice ‘cuidado que yo he hecho lo que han hecho los demás’. Es la cultura que había en el ciclismo. El problema es nuestro que vemos a Armstrong como despreciable y a los demás no.
¿Por qué le exigimos que se arrepienta cuando otros no lo han hecho? ¿Acaso se ha arrepentido David Millar? Ese doble juego tampoco me vale. Ha habido muchísima gente que ha dado positivo y está todavía por ver que lo reconozcan. Este no es mejor. Pero no se le puede señalarle a él cuando es exactamente igual de despreciable que los demás. Y mira que lo he conocido ¿eh? me caía como un tiro, me caía francamente mal.
Él entro en un deporte en que la cultura era el dopaje y me molesta que teniendo aquí la Operación Puerto, con todas las estrellas dando positivo,…de repente nos sorprende. Pero señores si en 2005 había prescrito la noticia de que en el prólogo del Tour del 99, siete de los diez primeros del prólogo dieron positivo y uno de ellos era Armstrong. No lo empapelaron porque había prescrito pero Armstrong ya dio positivo en el prólogo del 99. Él es un ciclista más que se ha dopado igual que la inmensa mayoría de los ciclistas de esa generación. No se le puede dar por salir ahora a decir que él no se puede arrepentir de hacer lo que hacía todo el mundo. El dopaje era lo mismo que poner agua en los bidones y aire en las ruedas.