Pasaron casi dos años en prisión por "vandalismo e incitación al odio religioso" por escenificar una plegaria punk en la catedral de Cristo Salvador de Moscu
Las dos miembros de Pussy Riot liberadas en diciembre pasado han sido detenidas por la policía rusa este martes, 18 de febrero de 2014, en Sochi.
María Aliójina, de 25 años, y Nadezhda Tolokónnikova, de 24, han asegurado en Twitter que paseaban por el centro de la ciudad, a 30 kilómetros de la sede de los Juegos Olímpicos de invierno, y que no participaban en ningún acto de protesta cuando fueron arrestadas.
«En el momento de nuestra detención, no estábamos involucradas en ninguna protesta, estábamos caminando por Sochi», ha tuiteado Tolokónnikova, que precisó que fueron arrestadas junto a otras cinco personas bajo la acusación de haber participado en un supuesto robo.
Según Aliójina, fueron detenidas junto a la iglesia del Arcángel Miguel «como sospechosas de un delito común».
Ambas activistas han afirmado que los agentes utilizaron la fuerza y las arrojaron en un furgón policial.
Según Tolokónnikova, la de este martes es la tercera detención que han sufrido en las últimas 48 horas, ya que habían sido detenidas durante algunas horas el lunes y el domingo.
La policía rusa no ha comentado nada sobre el arresto, aunque fuentes del Ministerio del Interior citadas por el portal informativo Lifenews indicaron que las Pussy Riot fueron detenidas por trasgredir la norma administrativa que obliga a todas las personas que llegan a Sochi a empadronarse en un plazo de 24 horas. Se desconoce si permanecen o no bajo custodia policial.
Aliójina y Tolokónnikova habían regresado a Rusia recientemente, después de una gira por Europa y Estados Unidos tras su puesta en libertad, durante la cual han denunciado el autoritarismo de Putin y las condiciones carcelarias rusas.
Se encontraban en Sochi con otros miembros de Pussy Riot para grabar una película musical titulada «Putin te enseñará a amar la madre patria», según el marido de Tolokónnikova.
Las dos integrantes de Pussy Riot salieron de prisión en virtud de una amnistía general decretada por el presidente Vladímir Putin, tras pasar casi dos años en prisión por «vandalismo e incitación al odio religioso» por escenificar una plegaria punk en la catedral de Cristo Salvador de Moscu.
El multimillonario Mijaíl Jodorkovski y los ecologistas del barco Artic Sunrise de Greenpeace se beneficiaron de ese mismo indulto.
La condena a las Pussy Riot fue muy criticada, tanto en Rusia como especialmente en el extranjero, donde le costó una importante pérdida de imagen al Kremlin.
Un grupo que era totalmente desconocido, se hizo famoso en el mundo entero de la noche a la mañana y creó una intensa polémica en el interior del país, además de convertirse en uno de los principales baluartes opositores a la falta de libertades bajo el régimen de Putin.