El FC Barcelona se proclamó este domingo campeón de la Copa del Rey de balonmano tras imponerse (27-26) en una disputada final al Fraikin Granollers, con lo que el conjunto culé rubrica la temporada perfecta con el que es su séptimo título, emulando al ‘Dream Team’ de Valero Rivera en la temporada 1999-2000.
Siete días después de conquistar Europa en Alemania, el conjunto azulgrana volvió a la carga para poner la guinda a una temporada sin fisuras. Supercopa de Catalunya, Supercopa de España, SuperGlobe, Copa Asobal, Liga, la Liga de Campeones y, ahora, Copa del Rey, el Barça repitió un histórico pleno. El Granollers no pudo romper el gafe que arrastra ante el Barça, 80º partido consecutivo que pierden en competiciones estatales, a pesar de poner en serios problemas a los de Pascual. La gran actuación de Gonzalo Pérez de Vargas bajo palos, con 26 paradas, y la reacción culé en la segunda mitad, permitieron el título azulgrana. El inicio del partido estuvo marcado por una madrugadora exclusión a Karabatic, ocasión que aprovechó el Granollers para dar la vuelta al tanto inicial azulgrana (1-3). El Barça encontró buenas situaciones de ataque a través de los extremos, pero topó con un Pejanovic muy inspirado durante los primeros compases. Ya desde el principió el meta del Barcelona cumplió con su cometido. Tras 20 minutos, la igualdad seguía reinando (11-11), llegando al descanso los culé con mínima ventaja (15-14). La buena salida del Granollers obligó a la reacción de los de Pascual. Karabatic y Noddesbo lideraron ese paso al frente, llegando al tramo final más entero el Barça, sustentado por las paradas de Pérez de Vargas.
