Michael Phelps logró este domingo 7 de agosto de 2016 el oro en la final de los 400 metros por relevos estilo libre. Su medalla olímpica número 23. Y no nadó en círculos, sino con ellos.
Las cámaras de televisión y las de fotos captaron cómo la espalda del nadador tenía un aspecto muy peculiar, llena de unos extraños círculos. Los espectadores sintieron curiosidad de a qué se debía aquello y la cadena NBC dio la respuesta.
La emisora afirma que las marcas de Phelps se deben a la llamada ‘terapia de cupping’, que supuestamente mejora el flujo sanguíneo y ayuda a los músculos doloridos. Para ello se utiliza una ventosa que se coloca sobre la piel para causar una congestión local eliminando el aire de la ventosa introduciendo calor en su interior.
Las manchas son el resultado de ese proceso y pueden permanecer visibles durante dos y tres semanas.
FUN FACT: Those circles are the end product of an ancient healing technique called cupping. #Rio2016 pic.twitter.com/BsP1PPjqBQ
— NBC Olympics (@NBCOlympics) 8 de agosto de 2016
Phelps no es el único deportista que ha utilizado esta técnica en los Juegos Olímpicos. Si te has fijado, habrás visto marcas similares en otros atletas, entre ellos algunos gimnastas estadounidenses. Aquí tienes a la nadadora Natalie Coughlin en pleno tratamiento.
La terapia está muy de moda entre algunos deportistas. ¿Funciona realmente? Pues depende. El entrenador Jon Carlson afirma que algunos realmente le sacan partido al tratamiento, mientras que otros lo han intentado y han acabado prefiriendo otros métodos.
