Los aficionados al golf hace tiempo que le tenían bajo su radar, pero es posible que el gran público aún no esté muy familiarizado con la nueva estrella del golf mundial, que pese a llevar años instalado en Estados Unidos y a ese peculiar apellido, es un producto nacional de pura raza.
1. Vasco de pura cepa
Que no les engañe el apellido. Jon es español de pura cepa: nacido en Barrica (Vizcaya), de padre vasco y madre madrileña. El apellido procede de un antepasado suizo que se trasladó a Bilbao hacia 1823. Vamos, que los Rahm llevan casi dos siglos en el País Vasco. De hecho, su abuelo Sabin fue delegado del Athletic hasta los 80 años.
2. Apasionado del Athletic y amigo de Aduriz
Los Rahm llevan el Athletic en la sangre. Su padre y su hermano van cada domingo a San Mamés y Jon acude cuando tiene ocasión. De hecho, fue una de las citas obligadas esta Navidad cuando su novia estadounidense visitó España por primera vez. Durante mucho tiempo ha llevado el escudo del Athletic bordado en la bolsa de palos, pero este año su nuevo patrocinador –Adidas– le pidió que lo retirará ya que al club vasco lo viste un competidor directo. Jon es buen amigo de Aritz Aduriz, muy aficionado al golf. Rahm dijo en una entrevista que confiaba en que llegara antes una Liga del Athletic que su primer ‘major’. Tendrán que darse mucho prisa los Leones.
3. Todo empezó en Valderrama en 1997
Jon Rahm no procede de ninguna de las conocidas dinastías del golf español. De hecho, cuando empezó a destacar en los campeonatos regionales y nacionales infantiles muchos se preguntaban de dónde había salido ese chico. Hasta 1997 nadie en su familia practicaba este deporte. Ese año su padre fue invitado a presenciar la Ryder Cup que se disputó en Valderrama. Quedó tan prendado al ver en directo el emocionante triunfo del equipo europeo, que a la vuelta se hizo socio del club Larrabea, donde años después empezarían a jugar sus dos hijos.
4. Un «culo inquieto» que probó todos los deportes
De pequeño, Rahm era un niño nervioso y muy activo. «Un culo inquieto», según sus propias palabras. Por eso sus padres enseguida le inculcaron la afición al deporte. Antes de inclinarse por el golf, practicó fútbol, piragüismo, pala o kung fu. Según ha dicho en alguna ocasión, se inclinó por el golf porque era la modalidad que mejor se adecuaba a su carácter competitivo.
5. Le ofrecieron una beca sin verle jugar
El golfista español estudió en la Universidad de Arizona State (ASU), sede de una de las academias de golf más prestigiosas de Estados Unidos, donde se formaron, entre otros, Phil Micklesono Paul Casey. Los informes que el centro recibió del español eran tan buenos y había tantas universidades interesadas, que ASU le ofreció una beca sin siquiera haberle visto jugar. Nunca antes lo habían hecho.
6. El inglés estuvo a punto de arruinar su carrera
Hoy Jon Rahm habla inglés prácticamente como un estadounidense, pero no siempre fue así. El primer semestre en Arizona lo pasó muy mal con el idioma y eso afectó a su juego. Su entrenador y actual mánager, Tim Mickelson, llegó a pensar que no conseguiría aprobar el curso. Pero el español se puso las pilas y en el segundo semestre ya se manejaba con solvencia. Según contó tras ganar en Torrey Pines, le ayudaron mucho las canciones de los raperos Eminen y Kendrick Lamar.
7. Su excesivo carácter le ha jugado alguna mala pasada
Además de pegarle largo y recto desde el tee y de ser uno de los mejores pateadores del circuito, el carácter competitivo y ganador es el principal arma de Rahm. Sin embargo, el exceso de ímpetu le jugó más de una mala pasada durante su etapa amateur. Estando en Madrid, aún bajo el amparo de la Federación, fue castigado en alguna ocasión por pagar su frustración con los palos, incluso cuando iba ganando. Al poco de llegar a Arizona su entrenador, Tim Mickelson, el castigó a subir corriendo las gradas del estadio de la universidad por un incidente similar. Aunque sigue odiando perder -no hay más que ver cómo se enfada cuando falla un golpe-, con los años ha aprendido a canalizar esa energía para que juegue a su favor.
8. Con 20 años batió un récord de Jack Nicklaus
Jack Nicklaus, ganador de 18 grandes’ está considerado el mejor golfista de todos los tiempos. Ni Tiger Woods ha conseguido superar sus registros del llamado Oso Dorado. Pues bien, Rahm ya puede presumir de haber pulverizado uno de sus récords. Fue durante el Campeonato del Mundo amateur de 2014, que el español se adjudicó con 23 golpes bajo par, haciendo añicos el registro establecido por Nicklaus en 1960. Poco después pronunció aquella célebre frase que siempre le acompañará: «Quiero ganar 19 grandes».
9. Prometió no hacerse profesional hasta ser licenciado
Jon Rahm fue elegido mejor golfista amateur de la temporada dos años consecutivos, algo que ningún otro jugador ha logrado. Su aparición en el Phoenix Open de 2015 -donde terminó quinto- confirmó que estaba preparado para el profesionalismo, pero no quiso dar el salto hasta terminar la carrera de Comunicación. Así se lo había prometido a sus padres cuando se trasladó a Estados Unidos. Por el camino rechazó ofertas muy importantes.
10. Un golfista con su propia peña
Aunque no lleva ni año como profesional, Jon Rahm tiene ya su propia peña. Se llama peña ‘Amigos de Jon Rahm’. La fundó un grupo de socios de Larrabea, su club de toda la vida, y actualmente supera el centenar de socios. La preside Joseba Cedrún, hermano del exportero del Athletic, y es muy activa en redes sociales.