Australia está en estado de «shock». En un país en el que el cricket es el deporte nacional y el de capitán de la selección nacional de este deporte se considera el segundo puesto de trabajo más importante del país tras el de primer ministro, la cruda confesión de Steve Smith, jugador que ocupa en la actualidad ese puesto, ha supuesto un auténtico mazazo.
Smith reconoció el domingo que había hecho trampa, y lo que es peor, lo había hecho de forma premeditada. El jugador australiano confesó que había planeado alterar el estado de la pelota para modificar su trayectoria durante un partido contra Sudáfrica disputado el sábado en Ciudad del Cabo, según recoge ABC.
Su compañero Cameron Bancroft utilizó una cinta adhesiva para recoger partículas abrasivas del campo y frotar la bola con ellas para así rasparla y hacer su trayectoria impredecible. Sin embargo las cámaras le cazaron haciéndolo, aunque al percatarse intentó esconder la cinta metiéndosela en los pantalones.
VÍDEO DESTACADO: El vídeo de la mujer golpeada con un palo de ‘cricket’ por dar a luz a una niña (ADVERTENCIA: IMÁGENES MUY DURAS)