Los participantes en la carrera tienen que prepararse durante varios meses en condiciones climáticas que se asemejaran a la de Siberia.

Esta es la maratón sobre el hielo del lago Baikal: una de las carreras más extremas del planeta

Cada año, 130 personas de diferentes países vienen a la región rusa de Siberia para participar en una de las maratones más extremas del mundo.

Los corredores atraviesan la superficie helada del lago Baikal de orilla a orilla, desafiando fuertes vientos y temperaturas heladoras.

Para participar en la maratón del Baikal, los deportistas tienen que cumplir con ciertas exigencias, entre ellas, un certificado médico que indique que se encuentra en buen estado de salud.

Se celebra  con dos distancias: 42 y 21 kilómetros, tanto para hombres como para mujeres.

La australiana Maybritt Prahl, una de las personas que participaron en esta carrera, llegó a Siberia en compañía de su hermano, cuñada y sobrinos.

Maybritt ya había tomado parte en una maratón en nieve, pero esta fue la primera vez que corrió sobre hielo.

Alex O’shea, un bombero irlandés que ha estado presente en varias competiciones, es otro de los que no se quiso perder la maratón del lago Baikal.

«Nunca antes había estado en Rusia, en Siberia, y pensé que sería una oportunidad única. Y cuando vi que se trataba de un lago cubierto de hielo, pensé que sería algo muy especial. Nadie más hace eso en ninguna parte del mundo»,.

Los participantes en la carrera tienen que prepararse durante varios meses en condiciones climáticas que se asemejaran a la de Siberia.

«El Baikal siempre ha tenido su carácter, es poderoso. Para nosotros los lugareños es un organismo vivo. Estoy seguro de que en invierno también respira. Cuando necesita respirar, abre una grieta de 5 metros. Para nosotros, los organizadores de esta maratón, el principal problema es la diferencia de temperaturas entre la noche y el día. Si la diferencia es grande, el hielo empieza a moverse mucho».

Ya en la maratón, los participantes reciben todo lo necesario para tratar de llegar a la meta, como agua, bebidas calientes, atención médica, y, en caso de ser necesario, ayuda de los servicios de rescate.

Sin embargo, no todos llegan a la recta final, y tienen que retirarse durante el trayecto por lesiones u otros problemas como consecuencia de las extremas condiciones del lugar.

«Tenía la sensación de estar en el espacio. Además, no había gente alrededor. Parecía que estaba sola en este espacio», recuerda la rusa Anastasía Naidenko, quien terminó segunda en la distancia de 42 km.

«A veces, miras hacia adelante y ves solo un brillo azulado», y en el Baikal «el hielo hace ruidos, un par de veces me pareció que alguien había dejado caer un bloque de hormigón», agrega por su parte O’shea, que clasificó en cuarta posición en la maratón.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA

Los vídeos más vistos

Lo más leído