Tiger is back. El Tigre está de vuelta (Impactante foto de la ex amante de Tiger Woods tras pasar por prisión tras intercambiar sexo por drogas).
Bajo un cielo que amenazaba tormenta, Tiger Woods se proclamó campeón del Masters de Augusta por quinta vez en su carrera (Erica Herman, la mujer considera una «cazafortunas» que ha salvado la vida a Tiger Woods).
El golfista estadounidense se convirtió este 14 de abril de 2019 en el protagonista del guion perfecto y volvió a hacerse con la chaqueta verde (Tiger Woods se declara culpable de conducción temeraria y evita la cárcel).
Si hace un año y medio confesaba que apenas podía moverse, en 2018 volvió a ganar en las Bahamas y certificó su regreso a lo más alto en 2019 en Augusta en el que es su ‘major’ número 15.
A sus 43 años, Tiger volvió a levantar los brazos veintidós años después de hacerlo por primera vez y catorce desde la última. El golfista estadounidense ha dejado atrás sus dolores en la espalda y los escándalos en su vida privada para volver a reinar sobre el green.
Tanto sufrimiento se esfumó cuando logró cerrar con un bogey el último hoyo y se fundió en un abrazo con su madre y sus hijos. Era el campeón.
El camino hasta aquí no ha sido fácil, aunque Tiger ha estado en la pelea por la zona alta en todo momento. Sin embargo, los dos encontronazos con el agua de Francesco Molinari lastraron demasiado al italiano, que no fue capaz de aguantar el ritmo.
Koepka, por su parte, tuvo en su mano firmar un birdie en el último hoyo, que con el bogey posterior de Woods habría igualado la clasificación. Pero se despedió con un par y dejó en bandeja la chaqueta verde al Tigre, que no falló.
En la jornada de este domingo, Woods alternó seis birdies y dos boggies, deleitando al numeroso público presente en Augusta. No es de extrañar que tras embocar el último putt alzase los brazos al cielo y lanzase un grito liberador. Vuelve a ganar un ‘major’ tras once años.
Tiger comenzó la jornada con un -11, dos golpes de diferencia con Molinari (-13), su verdugo en el British Open. Sin embargo, los encontronazos con el agua del italiano en el hoyo 12 y en 15 le alejaron de la chaqueta verde. El viento le jugó una mala pasada y el drama se dibujó en su rostro. Consiguió cerrar Augusta con un -11.
La cosa comenzó a esclarecerse en el hoyo 16, cuando Woods a punto estuvo de firmar un hoyo en uno. Firmó un birdie y se colocó en -14. Distancia suficiente para tener un final más o menos plácido. El Tigre firmó un par en el 17 y un bogey en 18 antes de volver a saborear el éxito en Augusta.
La distancia que separaba a Jon Rahm de los líderes al comienzo de la jornada fue insalvable para el jugador español. Aun así, tras firmar un eagle en el hoyo 8 y no bajar del par hasta el final, Rahm mantuvo alguna esperanza de pelear por la chaqueta. No lo consiguió, aunque sí se coló en el top diez de Augusta. Una actuación más que meritoria.