Una trágica situación se ha vivido en las costas de Países Bajos.
Cinco ‘surfers’ han perdido la vida en las playas de Scheveningen, barrio costero de La Haya.
El dispositivo de la Organización de Rescate Marítimo de Países Bajos (KNRM) apenas permitió salvar con vida a una sexta persona.
La agresividad del mar no solo sorprendió a los deportistas, sino a los policías, quienes aún no encuentran el cuerpo de uno de ellos.
En los operativos de búsqueda, los agentes publicaron una fotografía de su tabla, con la esperanza de que sirva de pista para dar con su cuerpo.
«Conocían el mar como la palma de su mano», explica con rotundidad Johan Remkes, alcalde de La Haya.
En este sentido, la investigación descarta que perdieran la vida por una novatada o falta de experiencia.
A Scheveningen suelen acudir los mejores ‘surfers’ de la zona.
A pesar del confinamiento del COVID-19, las autoridades permiten la práctica del deporte acuático, siempre y cuando se mantuviera dentro la misma distancia de seguridad entre personas exigida fuera.
La única certeza es que tanto el agua como la arena de la playa fueron cubiertas por una capa de espuma densa.
Los testigos apuntan a que la capa de espuma superaba el metro de altura.
«Tomamos muestras y las analizaremos rápidamente. También estamos estudiando las condiciones que permitieron que se formara una capa tan gruesa», aseguraban a medios locales fuentes del Instituto del Mar.
A falta de confirmación, se apunta a que dicha espuma encontraría su origen en un alga que habita el Mar del Norte y que florece precisamente en primavera.
«El dolor de nuestra comunidad es insondable. La gente aquí entiende mejor que nadie que el mar da y el mar quita, pero la forma en la que tantas vidas jóvenes terminaron abruptamente y tantas familias y grupos de amigos se han visto afectados es increíblemente brutal», lamenta Remkes.
